En los últimos meses he visto cómo los influencers (personas destacadas por su trabajo en redes sociales) han sido destacados en algunos reportes —Jelly y Comscore— como actores destacados en campañas de marketing digital, por su efectividad en la entrega de mensajes a quienes les siguen.
Eso me ha llevado a volver a pensar en su rol y en los espacios y herramientas que deben utilizar para cumplir adecuadamente su papel. Buscando información del tema llegué a este artículo publicado por Signal Fire que logra poner en un solo espacio todo lo que hay que saber para entender lo complejo de este trabajo. Dado que SignalFire es una empresa de capital de riesgo que invierte en marcas de diversos mercados usando una plataforma de datos en tiempo real, promueve además el trabajo con influencers para que las apoyen. Un círculo virtuoso, podríamos decir.
Ellos hablan de que existe una «economía de los creadores» de la que participan «la clase de empresas creadas por más de 50 millones de creadores de contenidos independientes, curadores y creadores de comunidades, incluidos los influenciadores de las redes sociales, los blogueros y los videógrafos, además de las herramientas de software y financieras diseñadas para ayudarles en su crecimiento y monetización».
Agregan que en esa economía hay una tendencia fuerte en marcha: «Los creadores han pasado de ser pagados por plataformas como YouTube con cuotas de ingresos publicitarios a cambio de llevar una audiencia a las plataformas, a ser pagados por patrocinadores de marcas en Instagram y Snapchat a cambio de su alcance a una audiencia a la que acceden a través de las plataformas, a ser pagados por los fans a través del mecenazgo o las propinas o el comercio electrónico a cambio de entretenimiento y comunidad más allá de las plataformas».
Pero, probablemente la parte más interesante del artículo es cuando se refiere a las herramientas, ya que se hace cargo de detallar los diferentes tipos de software para todo lo que alguien que publique contenidos puede necesitar. Desde la edición hasta la publicación, pásando por analíticas, monetización, y marketing, entre otras. De verdad, hasta que no leí este artículo no estaba consciente de todo lo que hay en este ámbito.
Por último, el aŕtículo se refiere a lo que los creadores de contenidos pueden vender. Va la lista:
- Acceso a sus seguidores gracias a algún tipo de interacción.
- Venta de cursos online
- Venta de suscripciones a boletines o e-books
- Venta de objetos relacionados al influencer (merchandise).
Aunque el artículo está muy orientado a los propios servicios de quien publica, creo que vale la pena darle una vuelta a la diversidad de marcas, servicios, productos y plataformas que ha nacido para apoyar a quienes desean crear contenidos.