La entrega de esta semana la quiero dedicar a hablar bien de un mail. En realidad, es el resultado del proceso de inscribirme para recibir un newsletter semanal del diario inglés The Guardian, al que me suscribí hace poco luego de sucumbir ceder a sus permanentes solicitudes de apoyo.
Creo en lo que hace ese diario, por su capacidad de levantar temas interesantes y su forma bella de hacer cosas nuevas. Por ejemplo, ya había comentado acerca de su manera de destacar que lo que estás mirando es, en realidad, algo antiguo y que debes tener cuidado al leerlo. Podría haber cambiado en todo este tiempo. También lo destaqué a propósito de sus experimentos iniciales con GPT-3, de OpenAI, dos años antes de ChatGPT.
Ahora quiero llamar la atención hacia su trabajo para presentar un mail de respuesta. Porque, aunque simple, requiere de mucha dedicación como ya veremos.
Como comenté, me suscribí a un mail que debería llegar el sábado que viene con un artículo largo. De hecho la sección que lo envía se llama The Long Read. Luego del ir y venir del proceso, me llegó la confirmación final: estoy suscrito. Lo interesante es cómo lo dicen, lo que se puede ver en la siguiente imagen:

¿Qué incluye? Lo primero es la afirmación en tamaño grande: The Long Read signup confirmed. No hay duda, la tarea está cumplida.
Me dan un detalle perfecto: a qué hora debería llegar: 10am GMT. Es decir, 4 horas antes en Santiago, desde donde lo estaré recibiendo.
Acto seguido, me definen las expectativas que debo tener. What to expect. Lose yourself in a great story with our latest Guardian Long Reads and archive pieces every week. Es decir, Qué le espera. Disfrute de una gran historia con nuestras últimas lecturas largas del Guardian y con piezas de archivo cada semana.
Para cerrar, me dan la posibilidad de tomar decisiones acerca de cómo manejar los newsletters a los que estoy suscrito y me dan alternativas de otras actividades adicionales.
Creo que pocas veces me había gustado tanto un trabajo de este tipo, que alinea tan bien la arquitectura de información con la experiencia de usuario. Hay un delicado trabajo en estos párrafos, porque se nota lo mucho que pensaron acerca qué decir, qué callar y qué ofrecer. De más está decir que me gustó mucho cómo lo resolvieron. Vale la pena destacarlo y aprender de ellos.