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Temas relacionados con el desarrollo de contenidos digitales.

Un ejemplo de cómo extender el alcance de la información

Uno de los temas que me han motivado en torno a los contenidos digitales, es como pasar desde la información hacia la acción. Es decir, es decir, que lo que se lee o ve en un espacio, permita “hacer” algo.

Cada vez que encuentro algo en este estilo, lo dejo anotado, como ejemplo. Así que va esta nota con algo que vi en el NYT. Se trata de una lista de libros de memorias, luego que sus críticos literarios eligieran las 50 mejores obras de este tipo desde el año 1969 en adelante.

El contenido es simple: una sola página en que los libros aparecen ordenados de 1 a 50 con título, foto y reseña.

Pero le agregan dos capacidades inetractivas. Una, son botones para comprar en librerías locales o en sitios online. La otra, la posibilidad de hacer una lista propia que se va agregando durante la lectura, para que uno vaya creando su propia lista que luego se envía por mail. Simple, rápido y efectivo.

Muestra la pantalla con un libro destacado.
Paso 1: primero se marca cada libro presionando el asterisco.
Muestra lista de libros seleccionados en una pantalla.
Paso 2: al final es posible ver la lista de los libros ya seleccionados y enviarla por mail.

La protección de datos ya es un derecho constitucional

El sábado pasado quedó publicada en el Diario Oficial, la ley que introduce un cambio a la Constitución de Chile para consagrar como un derecho la protección de los datos personales, constituyendo la primera etapa de un trabajo largo que busca darle un nuevo estatus a este tema.

De esta manera, el numeral 4° del artículo 19 de la Constitución ahora dice:

4º.- El respeto y protección a la vida privada y a la honra de la persona y su familia, y asimismo, la protección de sus datos personales. El tratamiento y protección de estos datos se efectuará en la forma y condiciones que determine la ley;

Como allí queda claro, falta una ley que se dedique específicamente al tema, la que está siendo tramitada en el Congreso. Al respecto se puede revisar el Boletín 11144-07 en la Cámara de Diputados.

Sin embargo, la falta de ley no significa que el derecho recién establecido no se pueda hacer efectivo. Al respecto, el abogado Renato Jijena me explicó que hasta que no haya un nuevo cuerpo legal es posible usar la ley de Protección a la Vida Privada (Ley Nº 19.628), promulgada en 1999 y que cuida este derecho a través su articulado.

La ventaja de que este tema tenga protección constitucional tiene que ver con la posibilidad de que se pueda interponer un recurso conocido como habeas data ante el tribunal respectivo para pedir acciones específicas acerca de la información que alguien tenga acerca nuestros datos. Además, se espera que la nueva ley en trámite establezca un organismo que se preocupe de su cuidado y desarrollo.

Vale decir, con el cambio legal ya publicado, el cuidado de los datos ya no será la preocupación de importantes grupos, sino que además, será una obligación del Estado.

¿De qué está hecho el futuro?

Tengo suficientes años como para haber soñado que el futuro incluía autos que volaban. Ayer vi uno.

Lo que hizo el equipo de SpaceX de hacer volar el Falcon Heavy, un cohete enorme, lograr que dos de sus tres propulsores aterrizaran suave y simultáneamente y cumplir con el sueño de enviar un auto al espacio, me alegrará la imaginación por mucho tiempo.

Diferentes etapas del vuelo del cohete Falcon Heavy de SpaceX, incluyendo la celebración del equipo.
Diferentes etapas del vuelo del cohete Falcon Heavy de SpaceX, incluyendo la celebración del equipo.

Su creador, Elon Musk calificó la acción de incluir el auto -que seguirá volando por el espacio- como “tonta y divertida, pero esas son las cosas que importan” en la conferencia de prensa que hubo después.

Creo que el futuro es lo que inventamos y que lamentablemente, está tamizado por la necesidad de cumplir con metas chicas y cortas, que hacen que no sea un resultado glorioso, sino que sólo un paso más para dejar contento a alguien que saca cuentas rápidas.

El futuro que imagino, debería ser simplemente enorme e inesperado, de tal manera que sea un salto adelante. Como cuando el Sputnik y luego Yuri Gagarin salieron al espacio, moviendo a varias generaciones hacia un mejor mundo que el anterior. O, cuando Alexander Fleming trabajó para lograr que la penicilina se transformara en la herramienta que salvó al mundo en los años 40s.

Lo de Elon Musk y su trabajo con la fábrica de cohetes, permitiendo que mucha gente ponga su conocimiento en línea con un logro increíble como el que vimos ayer, muestra que además de la inteligencia de muchos, se requiere un líder que crea y canalice el esfuerzo del equipo. Por lo mismo, me encanta cuando en las transmisiones que SpaceX ha hecho de sus lanzamientos, se incluya el audio ambiente para escuchar a la gente vitoreando el logro de las máquinas que han construido.

Hay que planear el futuro, ponerle esfuerzo para convencer a los que sea necesario, construirlo y, desde luego, estar orgulloso del logro conseguido.

Creo, sinceramente, que ayer, todos en la Tierra, vimos que dimos juntos un paso más, uno glorioso, hacia lo que sigue.

Adiós Rusia, casi llegamos

Ahora que se despejan las emociones y queda sólo la alegría de los triunfos y la enorme decepción de no llegar al Mundial de Rusia con la Selección Chilena, queda tiempo para decir una palabra acerca de las “calculadoras mundialistas”.

En simple, se trata de un software online que permite anticipar resultados; al hacerlo, calcula en qué posición quedarán los equipos al término de los partidos jugados en una fecha concreta. Si tu equipo gana siempre, no tienen ningún uso; pero cuando los resultados no se dan, demuestran su utilidad.

Probé varias a lo largo del proceso y creo que la que me resultó más interesante fue la que publicó “La Nación” de Argentina. Probablemente era la más sencilla, ya que sólo había que marcar Local, Empate o Visita, lo que generaba mucho espacio a interpretaciones (goles a favor o en contra, en caso de empate de puntajes, por ejemplo), pero cumplía con la tarea: determinar de manera rápida quién quedaba entre los clasificados y quién no.

La Roja chilena estuvo varias veces adentro, pero finalmente quedó afuera. Una pena, pero como se sabe, las penas del fútbol se pasan con más fútbol. Ya vendrá el Mundial y habrá que apoyar a los que sí quedaron adentro.

Otras calculadoras que estuve viendo fueron las de Emol y Cooperativa. Pero creo que la de LN se llevó los aplausos en esta pasada.

La calculadora mundialista presentada por el diario La Nación de Argentina.

¿Cómo se hace un sitio web?

Como en estos días estoy justo en el cierre de un semestre y el comienzo de otro, estoy en la etapa del año en que tengo mucha fé en el futuro. Claro que no en el futuro en general -que de hecho, normalmente la tengo-, sino que en el referido al oficio de hacer sitios web, que es mi campo particular de trabajo.

Cuando comienzo el año de clases normalmente me enfrente a grupos de alumnos interesados en aprender cómo se hace un sitio web: metodologías, herramientas, formas de trabajo, experiencias y todo lo que les permita enfrentar proyectos de este tipo.

Quienes trabajamos, enseñamos y/o escribimos habitualmente acerca temas como arquitectura de información y experiencia de usuario, tenemos entonces la ardua tarea de explicar que un espacio digital se construye en torno a los requerimientos del cliente, pero atendiendo las necesidades del usuario. Por lo mismo, lo primero es entender el contexto, luego determinar quién es el usuario y finalmente elaborar el contenido que les haga sentido a ambos.

Por lo mismo, la peor solución es la que comienza con la discusión acerca del diseño, la elección de la tecnología (antes era ¿con Flash o no? y hoy es ¿con carrusel de fotos?) o la definición sobre el tamaño y colorido de las fotos. Todo eso es accesorio y viene al final. Lo primero siempre debe ser el usuario.

Como algunos de ustedes recordarán (a los demás se los cuento), yo escribí hace ya un par de años un libro acerca de gestión de contenidos digitales, en el que planteaba algo que sigue igual de válido: las personas que acceden a un sitio web no tienen paciencia. Quieren obtener lo que buscan en el menor tiempo posible y si no lo hacen, pues se devuelven por donde vinieron o escriben algo en la barra de direcciones y siguen su camino.

Entonces, como decía antes, en esta época en que terminan los cursos semestrales puedo ver cómo mis alumnos salen con un nuevo credo al mercado: salen a entender a los usuarios y a persuadir a los clientes que si se consigue eso, pues la mitad del trabajo está lista. Incluso antes de comenzarlo. La imagen, la tecnología y todo lo demás, siempre dependerá de esta definición inicial.

La receta

Entonces y sin ánimo de dictar una clase de un semestre en cinco líneas, dejo anotados los pasos para desarrollar sitios web. Todo esto basado en las metodologías aprendidas de Garrett y con la ayuda de Rosenfeld y Morville. Y un poco de Nielsen y Krug. Sin dejar de lado a Young y un par de otros autores que van perfilando las novedades de este campo de estudios.

¿Cuáles serían esos pasos? Acá van:

  • Entender para qué se construye el objeto digital, qué se quiere conseguir con él. Si se logra saber el objetivo (y estar en Internet o lucir tecnología no califican como objetivos), se habrá avanzado una enormidad.
  • Comprender quién es el usuario y qué necesita, con el objetivo de poner énfasis en eso. Hay que recordar que el sitio web es para esa audiencia y no para la compañía u organización que lo necesita. La foto del jefe puede incluirse, pero dejarla en la portada es un tributo a la empresa y le importa poco (o nada) a los clientes. La palabra es jerarquía: lo importante para el cliente final va primero y destacado.
  • Definir qué contenido se requiere y cómo será usado, es el paso siguiente ya que eso determina qué incluir y qué funcionalidades debe tener. Por ejemplo, si lo que vamos a ofrecer se usa en la calle y por un usuario apurado, hay que hacer una solución para móviles muy simple; si por el contrario es para el escritorio y con tiempo, la solución es diferente.
  • Organizar el contenido de manera simple y entendible, para que el usuario que llegue a él lo mire y logre entender no sólo lo que ve sino también lo que hay en el interior de las secciones y espacios que se ofrecen. Lo que es escribe debe ser para consumo rápido (nadie lee mucho en una pantalla de este tipo), dejando elementos para “llevar” vía descargables, redes sociales, etc.
  • El paso que viene es diseñar una experiencia interesante para el usuario, de tal manera que no sólo cumpla el objetivo que lo trajo a visitar el sitio web, sino que además sea efectivo y lo impulse a hablar del espacio digital con otros. Nada mejor que un cliente hablando bien de nuestros productos.
  • Finalmente llega el diseño visual, que permite hablar en el lenguaje del diseño gráfico y contar lo que se desee. Pero como se ve, es la consecuencia de los pasos anteriores y no se limita a una idea inicial, sino que ayuda a cumplir las metas que se van forjando gracias al uso de esta metodología.

Obviamente hay mucho más, pero creo que lo anterior es lo que hace la diferencia. Y los alumnos que pasan por estas clases, cambian la mirada y hacen que uno tenga fe en el futuro.

Bueno y además aprenden que una página web es individual y un sitio web es un conjunto de páginas. Saber usar ambos términos cuando corresponde, muestra la diferencia entre el que sabe y el que necesita aprender.

Interfaces activas y densas, alternativas al scroll

La reciente columna de Nielsen acerca del scroll de las páginas, me impulsó a sintetizar una idea que estaba revisando hace algún tiempo.
En lo central, Nielsen plantea que el scroll es malo y debe ser evitado, ya que el 80% de las personas (medidas en estudios de eyetracking) sólo mira lo que está en la parte visible de la pantalla, mientras que un mínimo 20% baja para ver el resto.
Aunque creo en que los números que revela son tales, también creo que deben ser entendidos como algo real para aquellas páginas planas, que carecen de sistemas de interacción que generan actividades a partir de los contenidos expuestos.

Un ejemplo de una zona con ofertas de actividad en la parte inferior de una pantalla en Facebook.com
Un ejemplo de una zona con ofertas de actividad en la parte inferior de una pantalla en Facebook.com.

Si tomamos el ejemplo de Facebook, veremos que en casi cada centímetro de la pantalla que se muestra, se ofrecen acciones y actividades que generan interacción. La pantalla es larga (dos hojas tamaño carta, si se imprime) y requiere hacer scroll para mirarla completa; pese a ello y a juzgar por las réplicas y comentarios que se van recogiendo, me doy cuenta que hay actividades en toda la pantalla y no sólo en la zona superior como sugiere Nielsen.
Interacción Densa
La otra excepción que aparece al planteamiento de Nielsen, es cuando se emplean tecnologías que permiten ver nuevo contenido en la misma interfaz, sin necesidad de desplegar una nueva página. Vale decir, se hace click a un contenido y ello no genera una nueva página, sino que el despliegue de lo solicitado se hace en la misma posición.
Esta “nueva” tendencia, que poco a poco se usa en sitios locales consiste en ir aumentando la densidad de diferentes zonas de la pantalla que se ofrece a los usuarios.

Un ejemplo de una zona densa que permite mostrar el acceso a varios videos, usado en el diario The New York Times
Un ejemplo de una zona densa que permite mostrar el acceso a varios videos, usado en el diario The New York Times.

Por densidad entiendo la cantidad de objetos que puede haber en un mismo espacio, compartiendo la ubicación física gracias a tecnologías como Flash, Ajax u otras que ayuden a ubicar elementos de contenidos en capas superpuestas.
Entonces, cuando hay este tipo de objetos, naturalmente que el usuario se verá interesado en participar debido a que el “precio” (es decir el efecto de hacer click) es menor, ya que no debe esperar por los efectos de la interacción que realice: se producen de inmediato.
Resumiendo
La interacción está cambiando a medida que se innova en la forma de presentar contenidos y se ofrece una experiencia de usuario enriquecida; lo que antes era sagrado (evitar el scroll, por ejemplo), ya se ha relativizado en la medida que se mejora la oferta de contenidos en pantalla.
Tiempo entonces de probar y avanzar hacia nuevos formatos. Los usuarios están listos y esperando.

SOS: la información que salva

Noticias

Marzo 12, 2010By Juan Carlos Camus

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Me pasó ayer lo mismo que a muchos chilenos en los días pasados: comencé a buscar información por Internet para saber si la Ruta 5 Sur estaba abierta entre Santiago y Rancagua después de la fuerte réplica del terremoto. El resultado fue el que suponía: nada estaba actualizado.
Eso me llevó a darle espacio a una idea que estaba trabajando hace unos días, que es la de pedirle a los webmasters que creen el directorio “/SOS” en la raíz de sus sitios para poner allí la información rápida y urgente que sus organizaciones requieran dar.
¿Por qué SOS? Porque es corto y fácil de escribir y porque la palabra está asociada a la emergencia.
La idea es que allí haya una sola página, con imágenes mínimas (a lo Nielsen), hecha para ser vista en celulares, simple de actualizar incluso sólo con texto plano, donde se informe lo más relevante que la organización, empresa o institución quiera decirle a sus clientes. Por ejemplo, el número de teléfono para clientes, direcciones habilitadas para ciertas tareas, sucursales abiertas, en fin, lo que la entidad decida que en ese momento de urgencia un usuario o cliente desearía saber.
Obviamente queda fuera de lugar una presentación en Flash, la foto del dueño o el director, o cualquier otra cosa suntuaria. En chileno: dos cucharadas y a la papa.
Finalmente, ¿por qué en la raíz del sitio? Porque será fácil y simple de escribir para un usuario, a quien le bastará escribir el nombre de dominio y luego “/SOS” para llegar a lo que se necesita.
Coincido con los análisis que he leído (como las de Jorge y Alejandro) y creo que con algo como lo que describo, con los aportes que cada uno de ustedes haga, podremos avanzar en tener sitios web que funcionen para usuarios ávidos de información.

Flash y su nuevo mejor amigo

Google anunció a mediados del año pasado que estaba trabajando en conjunto con Adobe para mejorar la manera de “penetrar” en las películas de Flash que muchas veces adornan los sitios, e impiden su indexación.
Sin embargo, sólo ahora surgen detalles más concretos (y en español) sobre cómo lo hacen. Con esto se reafirma la idea de que sólo en la medida que las películas de Flash se construyan de manera accesible -es decir, incorporando todo el texto explicativo que sea necesario para describir las imágenes que contenga en su interior-, será posible que el motor de búsqueda haga su tarea.
Lo novedoso de la explicación del blog para webmasters de Google que analiza esta nueva funcionalidad, es el relato de cómo funciona el robot que indexa:

Hemos desarrollado un algoritmo que explora los archivos Flash de la misma forma que lo haría una persona: haciendo clic en los botones, introduciendo contenido y demás. Nuestro algoritmo recuerda todo el texto que encuentra en el camino y que luego estará disponible para ser indexado.

Aunque dice claramente “no podemos contarte todos los detalles…”, creo que se trata de un buen material, así que recomiendo su lectura.

Interfaces en Flash: ¿buenas o malas?

Cada vez que en clases tengo que hablar de interfaces web -lo cual es muy frecuente- suele bajar la pregunta desde el público asistente. ¿Cuáles son las ventajas o problemas de usar Flash? ¿Tiene razón Nielsen cuando plantea que el 99% de las interfaces en esa tecnología generan problemas de Usabilidad?
Mi respuesta siempre es la misma: Flash es una herramienta más a disposición de las necesidades de comunicación del sitio web y por lo tanto, su uso dependerá del resultado que se persiga. Si se la trata como la única herramienta, tendrá que ser muy bien empleada por lo que siempre sugiero métodos que la incluyan pero no en forma exclusiva. Así se evitan problemas mayores como los tratados en una columna que escribí del tema hace un tiempo.

El ejemplo de Yahoo!
El ejemplo de Yahoo!

A propósito de esto quiero ofrecer tres ejemplos que me parecen muy buenos en el uso de Flash y que cumplen de diferente manera con estos requisitos.
El primero es el sitio por los 10 años de Yahoo! cumplidos en 2005, cuando recuerda con 100 imágenes y 100 palabras los momentos más importantes de ese período (en la imagen).
El segundo es el sitio de Barcinski & Jeanjean que se la juegan por una apuesta gráfica y que de verdad impresionan. Pero que se cuidan de entregar un blog y texto adicional para apoyar sus imágenes.
Y el tercero es la galería del Phaeton, un modelo de Volkswagen que vende a través de sus fotografías detalladas. Al entrar en la pantalla hay que usar un verdadero panel de control que está a la izquierda, para elegir la manera de ver las fotos entre varias funciones posibles.
En los tres casos hay innovación, un modelo interesante de revisar y una preocupación por usar lo que la herramienta sabe hacer mejor: interacción multimedial. Pero en los tres casos, a la hora de escribir, la elección es simple: html puro y directo, es decir, las viejas y queridas páginas web. Aquellas que los buscadores buscan para indexar y que todo buen creador de sitios debe esforzarse por ofrecer.

Cada maestrillo tiene su librillo

Me gusta mucho ese dicho, que significa que cada experto tiene su propia forma de organizar su trabajo. Nada despectivo al decir maestrillo, por supuesto.
Hoy quiero aplicarlo a Andrew DeVigal, el director de multimedia del NYT, que visitó Chile a fines de mayo y que presentó la manera de trabajo que tiene su área.
Una de las slides de su presentación que más me llamó la atención (y que me conseguí con él mismo por mail), fue la que mostraba el flujo de tiempo utilizado para sus diferentes productos digitales, que es la que se ve a continuación:

Imagen que muestra los flujos de tiempo usados en el NYT
Tiempos de desarrollo de diferentes tipos de contenidos según DeVigal.

Lo más llamativo es que está establecido de antemano el tiempo que dura el desarrollo de proyectos, lo que permite destinar recursos y saber de antemano lo que se necesitará para un trabajo determinado, como los que mostró en su visita a Chile.
Es posible apreciar que la línea de tiempo (horizontal) es de horas, días y semanas y que se cubre de esa manera la complejidad que pueden tener los proyectos. Mientras que en la vertical van las destrezas que, de menor a mayor complejidad, incluyen audio y Flash.
Finalmente, de sus enseñanzas, me quedo con una en particular: los periodistas tienen que verse a sí mismos como contadores de historias, y por lo tanto deben aprovechar las nuevas tecnologías para hacer más fácilmente esa tarea.