Amazon, un libro abierto

El año no ha podido ser mejor para Jeff Bezos, el creador de Amazon.com, la tienda-librería que abrió en 1995 y que se las ha ingeniado para sortear con éxito los diferentes problemas de hacer negocios a través de Internet.

Los números que avalan esto se han publicado en las semanas pasadas. En el tercer trimestre del año 2003, la compañía logró ganancias por 52 millones de dólares superando con largueza la pérdida por casi 10 millones de dólares del mismo periodo del año pasado. Las ventas en el período llegaron a mil 130 millones de dólares.

Lo interesante de estos números está en el hecho de que se trata de la primera vez en los últimos dos años que Amazon obtiene beneficios fuera del período de Navidad, que es su época más fuerte. De hecho, los estados financieros de la compañía indican que para el último trimestre del año esperan vender mil 760 millones de dólares y ganar entre 125 y 155 millones de dólares.

De allí que haya sorprendido al mercado que Bezos haya salido al mercado a vender 11 millones de dólares en acciones de su compañía, a la que tan bien le está yendo. Fueron 200 mil acciones las que salieron a la bolsa y aún le quedan… 105 millones de acciones de su propiedad, que representan el 25% de la compañía. Es decir, bastante más, pero aún así llamo la atención este hecho.

Ahora, yendo más allá de sus motivos, es interesante averiguar por qué le está yendo tan bien a Amazon.

Lo primero que llama la atención es que Amazon se ha preocupado como casi ningún otro sitio en Internet, de la experiencia del usuario. Su interés siempre radica en que la persona que ingresa a la tienda tenga una navegación única aprovechando todo lo que haya a su disposición y que esté de acuerdo a sus intereses. Y que eso lo haga sin necesidad de que “sepa” sobre cómo navegar, cómo usar computadores o que se trate de su primera experiencia en Internet. La idea es que el sitio web se las ingenie para que siempre haya algo más para ver, para que las ofertas estén a mano y que el visitante se siente “tentado” a comprar.

Lo segundo, que está un poco más oculto, pero que es igualmente importante, es que Amazon siempre ha buscado que la tecnología que utiliza sea de punta. Un ejemplo reciente es su programa “Inside the Book” (Dentro del libro), que permite hacer búsquedas de contenidos dentro del texto de un libro. Los primeros días de operaciones revelaron que los libros que cuentan con esa capacidad se venden más (un 9% más, para ser estrictos) que los libros sin esa opción.

Finalmente, algo que distingue a Amazon es la apertura tecnológica con la que ha trabajado. Un ejemplo notable de esto es que en corto tiempo y antes de que muchos entendieran siquiera de qué se trataban, abrió todo su contenido a los “web services” para que cualquier desarrollador pudiera construir aplicaciones que sacaran provecho de los datos de la tienda en línea. Gracias a eso, se puso delante de todos y consiguió que muchos se propusieran avanzar en el tema y crear aplicaciones para vender productos de Amazon, con su permiso y ganando un porcentaje de cada venta realizada. Es decir, si la mayor tienda en línea de Internet ganaba, todos los que participaban también.

De allí que este año se haya caracterizado por ser muy bueno para Bezos y su gente. La pregunta que queda notablemente en el aire, es si existen otros que puedan contar esta misma buena historia Ya sabemos que hay quienes lo están intentando, pero, ¿cuántos lo están consiguiendo? Amazon puede ser un buen espejo para ver reflejado qué hay que hacer y qué evitar en ese camino.

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