En los últimos días ha habido mucha actividad en redes sociales en relación con el proyecto presentado por tres senadores, que trata, como su nombre lo indica, “Sobre responsabilidad civil en caso de ofensas cometidas a través de Internet”.
Su foco está en los comentarios recibidos en sitios web, intentando que “alguien” se haga responsable por los términos vertidos en dichos espacios.
Como mi fuerte no es lo legal, para lo cual hayal menos un detallado análisis, quería aportar con el trabajo que hicimos con un grupo de alumnos de la carrera de Periodismo de la Universidad Diego Portales durante el año pasado sobre este tema. Como profesor guía de su tesina, titulada “Retroalimentación en sitio web informativos ¿Un aporte o un problema?“, hicimos una revisión de la experiencia nacional e internacional en el tema de los comentarios, permitiendo conseguir tres metas interesantes:
- Una Guía de Buenas Pŕacticas para editores de medios en Internet (Página 50)
- Un Índice de Relevancia de Comentarios que permite medir cuán importantes son los aportes de los lectores en los medios (Página 46), y
- Un benchmark de publicaciones, para identificar qué se hacía con los comentarios en esa época (Página 19).
A modo de resumen podemos establecer que desde la perspectiva de los editores, los comentarios tienden a transformarse en un problema cuando en lugar de ser un aporte de contenidos, se llenan de descalificaciones entre los participantes y no permiten un intercambio de opiniones sobre el tema tratado.
Todos los interesados en comentar buscan que haya “altura” en las opiniones vertidas y agradecen cuando desde esos espacios de participación se hacen aportes que enriquecen las historias que generan los medios. Cuando ocurre lo contrario, hay lectores que incluso consideran dejar de visitar al medio, perdiendo finalmente toda la comunidad.
Dejo entonces a su disposición la tesina, sin dejar de hacer, finalmente dos alcances:
El primero: no por sostener lo anterior estoy a favor de una legislación como la que da pie a este artículo. Pero debo decir que estoy claramente en favor de la auto regulación y de que los medios busquen sus propias medidas para asegurar la calidad de los comentarios. La clara identificación de los usuarios (con nombre y foto real, por ejemplo) ha probado ser una excelente barrera para evitar la irresponsabilidad en este ámbito.
Lo segundo, agradezco a los alumnos Camila Werner, Marcelo Araya y Ramón Vallejos por elegirme como su profesor guía, por el trabajo realizado y por permitirme su publicación en este blog.