Ya hemos hablado antes de que el contexto es clave para entender un contenido determinado. Dicho esto, queda claro que en determinados lugares una palabra significa una u otra cosa.
La palabra “cancelar” nos proporciona un buen ejemplo, tal como lo comenté en una columna previa. Si yo cuento que cancelé mi hora al doctor, es claro que no fui a verlo. Si digo que cancelé la cuenta del doctor, significa que le pagué sus honorarios. Entonces, la palabra “cancelar” cerca de temas de dinero implica pago.
Lo anterior, para ilustrar un caso de usabilidad aplicada. Al usar Servipag para pagar la cuenta de la autopista se deben ingresar los datos y luego elegir entre los dos botones que se muestran (un poco más grandes para mejor lectura). El problema surge a la hora de decidir qué botón presionar: ¿Cancelar o Pagar?.
Apostaría que hay mucha gente que presiona Cancelar, sin pensarlo mucho y tiene que repetir todo el proceso, al darse cuenta que se fue por el camino incorrecto.
¿Cómo debería llamarse ese botón entonces?