Durante todo el día he estado leyendo posts relativos al nuevo buscador llamado “Cuil” que fue presentado hoy, nada más y nada menos como una alternativa naciente al gigante Google. Como antecedente que le da credibilidad a su pretensión está el hecho de que cuenta entre sus ingenieros, a un grupo de ex-googlers que habían desempeñado cargos de relevancia en esa empresa, ligados a la búsqueda.
Sin embargo, las primeras evaluaciones no han sido buenas ya que la verdad sea dicha, en la búsqueda no es tan rápido y en los resultados no es tan preciso. Tanto en inglés como en castellano, lo que se ha dicho es poco grato para el recién llegado.
En mi caso, de tanto en tanto, pruebo nuevos buscadores y ya en el pasado me cambié de Yahoo a Altavista y desde allí a Google, por ejemplo. Por lo mismo, me declaro dispuesto a seguir moviéndome de buscador si encontrara uno mejor. Pero aún no es el caso, porque creo que no se han cumplido las condiciones mínimas, que son las siguientes:
- Que en la búsqueda aparezca el contexto, para que sea fácil elegir el área en la que me interesa buscar. Esto ya lo había dicho en un post previo y siento que la web semántica ayudará a conseguirlo.
- Que el nuevo buscador sea tan rápido y ofrezca tantos resultados como los que Google entrega, incorporando tantas fuentes (blogs y otros sitios sociales) como sea posible.
- Que esté tan diseminado como Google; dado que ese buscador está, por ejemplo, en mi browser, ya ni siquiera tengo que ir a su sitio para usarlo. El se aparece en los lugares en los que yo estoy usando la aplicación.
Estos son tres razones. De seguro, hay más y el propio Google ha dado pruebas de que está buscando la forma de atenderlas para evitar que yo -y millones similares- nos cambiemos de buscador.