Tuve que responder esa pregunta durante estos días debido a que he estado haciendo diversas actividades para dar a conocer mi libro “El dolor del usuario“ que, gracias al apoyo de la Escuela de Periodismo de la PUCV, comenzó abrirse camino entre la audiencia hace algunas semanas.

Pero, volvamos a la pregunta del comienzo. Si hubiera que sugerir a un medio cómo organizarlo todo para hacer un trabajo de guerrilla (es decir de bajo costo y alta efectividad) para conseguir entender rápida y permanentemente lo que la audiencia requiere, mi consejo sería dar los siguientes tres pasos.
1. Tres dimensiones:
Usar los datos que se tengan a mano acerca de las visitas y producir otros números relevantes. Por ejemplo, marcar cada noticia para medir hasta qué párrafo se lee. También, generar metadatos en cada cosa que se publique para ayudar a generar redes de relaciones entre los diferentes elementos que se ofrecen. Con los números de las visitas, más estos indicadores auxiliares sería posible crear una vista compleja de dónde están los intereses de quienes nos visitan. Habría tres dimensiones: cantidad, profundidad y espesor. Con todo eso un buen editor ya sabría qué privilegiar en su cobertura.
2. Desarrollar experiencias:
Ofrecer profundidad en temas interesantes con llamados a la acción que capturen datos personales de la audiencia interesada por esos contenidos. El mejor ejemplo sería contar una historia relevante, a partir de ella ofrecer enlaces para entregar contexto vía contenidos explicativos y perfiles de actores clave. Quienes lleguen a ese segundo nivel demostrarán estar interesados. Allí, entonces, hay que ofrecer el producto final: un newsletter que capture su interés y que se entregue a cambio de algo: el correo electrónico. Se crearán microcomunidades que hay que empujar y mantener gracias a nuevas publicaciones, que representan iteraciones más profundas aunque de la misma área de información. Con esta base de correos ya se podrán hacer productos periódicos orientados a los verdaderos seguidores de esos temas. Allí está la oportunidad de comercializar con mayor valor agregado, ya que se trata de leads de alta densidad con los que muchas empresas estarían encantados de relacionarse.
3. Buenas historias:
todo lo que estamos comentando debe sustentarse en periodismo, ni más ni menos. Lo que se necesita entonces no es mucha información, sino que cobertura de calidad. Buenas piezas que ofrezcan lo que una persona interesada quiere leer, ver y explorar. Allí es donde hay que brillar, porque no es volumen lo que se busca, sino fuerza semántica, palabras bien usadas e imágenes, sonidos e interacciones que ayuden a entender la realidad.
Es un comienzo complejo, por supuesto. Nada es fácil cuando se cubren noticias. Pero es un buen punto de partida.
Nota final: en este espacio uso el guion largo (conocido en inglés como em dash) como signo de distinción y no porque use inteligencia artificial para escribir. Porque a propósito de ese mismo signo, hay que hacer notar que tiene cuatro variaciones. La próxima semana le dedicaremos un par de líneas a los signos tipográficos.
