Aprender de los arquitectos de verdad

Desde que descubrí un paper acerca de lo que los desarrolladores de software pueden aprender de los arquitectos, he leído mucho acerca de arquitectura y diseño de espacios, buscando guías para el desarrollo armónico de espacios virtuales (es decir, sitios web).
Esa búsqueda me llevó a una entrevista realizada por V|D de El Mercurio, a Cristián Fernández Cox, Premio Nacional de Arquitectura (1997), profesor de la Universidad Mayor y creador de la primera Bienal de Arquitectura ­que además presidió­, en 1977.
Ante la pregunta ¿qué hace de un edificio una obra de arte?, contesta:

– Son varias cosas. En la arquitectura existe la belleza y la funcionalidad, que la obra cumpla con el propósito para el cual se encargó. También la significación, la atmósfera que el edificio provoca, por ejemplo que una iglesia no parezca una financiera. Es un fenómeno simbólico. Después la calidad técnica. Estas cuatro cosas tienen que estar siempre. Y la quinta es la coherencia con el contexto. Cada obra de arquitectura es como una ampliación de la ciudad.

Una respuesta que, en realidad, es una clase maestra para quienes nos dedicamos a la Arquitectura de Información, ya que da las claves para la creación del espacio de información e interacción que es el web. A mi juicio, en nuestros trabajos debemos preocuparnos de estas cinco cosas:

  • Belleza: debemos preocuparnos del diseño no sólo gráfico, sino también de la elegancia de la interacción, de la pulcritud de la redacción y de la calidad de la propuesta de acción ofrecida.
  • Funcionalidad: debemos asegurarnos de que el sitio web realiza la tarea que promete, sin causar problemas al usuario; hay que tener cuidado por los detalles y manejar adecuadamente los errores; hay que realizar las pruebas que permitan asegurar la Usabilidad.
  • Significación: debemos cuidar que el sitio efectivamente cautive al usuario, que le dé la sensación de estar en el ámbito que se le intenta recrear vía el computador. En palabras del maestro, “que una iglesia no parezca una financiera”.
  • Calidad técnica: es absolutamente necesario que se cumplan los estándares web (definidos por el W3C), que el sitio sea accesible y, principalmente, que cuando falle no deje solo al usuario.
  • Coherencia con el contexto: Una pregunta que cada sitio debe hacerse es ¿cuánto de lo que ofrece este sitio, es un avance y está “al día” respecto del estado del arte de la tecnología? Una respuesta adecuada no sólo cuida al cliente, sino que beneficia a toda la actividad.