Tras la denuncia de un parlamentario de que un sitio web oficial anunciaba que una subsecretaria decía tener un título que en realidad no poseía (ver noticia), ha surgido una gran polémica con ribetes de todo tipo que dan para múltiples interpretaciones.
Y, cómo no, me encantaría aprovechar el tráfago para incorporarme a la conversación aunque desde mi vereda, que es la del web.
Lo que me interesa de todo esto es la importancia que se la da al web desde la esfera del Gobierno. En particular, la actual administración le ha otorgado al web un status mayor, al transformarlo en la herramienta de la transparencia, de cara a los ciudadanos.
Parte de esto es el instructivo de diciembre de 2006 que “ordena a todos los organismos públicos poner a disposición de la ciudadanía de manera permanente, a través de sus respectivos sitios web, información relevante relacionada con el funcionamiento administrativo y financiero de la institución”. Esta medida ya se ha puesto en marcha en algunos ministerios, como Hacienda y Economía, a raíz de lo cual ya ha habido algunas publicaciones de prensa.
Es muy importante que quienes desarrollan sitios web estén al tanto de estas disposiciones (y otras como el Decreto 100), ya que su conocimiento les permitirá cumplir adecuadamente con sus clientes del sector público.
Disclaimer: 1. El autor de este post trabaja en una repartición pública, haciendo sitios web; 2. Gracias a Claudio Quiroz, uno de mis lectores más asiduos, por invitarme a escribir de este tema.