Todo partió de una reflexión que me acompañó todo junio y parte de julio, que traté en clases y discutí con colegas y amigos: el efecto de los algoritmos en lo que ves o dejas de ver en las redes sociales en las que participas.
La cuestión es como sigue: en el 2015, Marck Zuckerberg, CEO de Facebook, dio a conocer que cada persona tiene cada día alrededor de 1.500 historias para ver en su muro, pero por tiempo, no llega a ver más de 100. Esto implica que hay un software detrás que elige cuáles son esas 100 historias o elementos relevantes, basado en diversos criterios, incluyendo las personas a las que uno sigue, las personas a las que elige ver con mas frecuencia y los temas frente a los que uno reacciona. De hecho, desde el año pasado han aparecido controles tales como “ver primero”, “esconder” o “dejar deseguir (sin dejar de ser amigos)” como elementos de reacción frente a las publicaciones que aparecen en el muro de las novedades.
Por supuesto que esta red social toma nota de todo eso y la siguiente vez que debe mostrar algo en el muro, discrimina usando ese tipo de orientaciones. Lo que necesariamente lleva a algo muy importante: es muy probable que tu sesión sólo muestre una parte de la realidad que normalmente será entretenida y amable, nada que te perturbe o moleste; verás personas con las que tienes buena relación y finalmente, hechos que son de tu pleno interés. De hecho, en su presentación de junio pasado, la empresa indicó que el objetivo del muro es informar y entretener.
Sin embargo, aunque los medios de comunicación tradicionales tienen probablemente el mismo objetivo, la diferencia de los medios respecto de la red social, es doble: en los primeros el mismo contenido es similar para todos los que acceden y no hay forma de esquivar los temas que no nos gustan. Si uno usa un medio tradicional, necesariamente tiene que enterarse dónde hay problemas, debe conocer historias inesperadas o incluso, termina aprendiendo de situaciones que están en pleno desarrollo. En la red, los filtros existentes y que uno mismo puso en marcha, evitan esas situaciones.
Necesariamente el mundo que conocemos va a cambiar con esto, en la medida que tengamos cada vez menos temas en común debido a que pocas veces el filtro mostrará lo mismo a gente que no esté tan cercana aunque viva en la misma comunidad. Por lo tanto, desde la perspectiva de la comunicación pública, creo que será uno de los grandes temas a tener en cuenta.
Para cerrar, un tweet que escribí hace unos días y que se refiere al tema:
Un dato: Si en tu TL aparece una opinión que no te gusta, significa que le vas ganando al algoritmo de la red social. Así que disfrútalo.
— Juan C. Camus (@jccamus) July 28, 2016