Uno de mis hobbies desde que estudié Periodismo en los años 80 es la fotografía. Después de las clases con Juan Domingo Marinello y Peter Hirsch, mis siguientes maestros fueron las revistas que de tanto en tanto llegaban a mis manos. Y desde hace muchos años, la casi única fuente de información a la que acudí fue una revista digital: dpreview.com.
Nació como independiente el siglo pasado y después la compró Amazon, misma empresa que ahora la cierra por cambio en sus prioridades. No importó que sea uno de los 150 sitios más vistos en la Internet, que tenga un gran canal de Youtube y amplias redes sociales y que se haya ganado el respeto de la comunidad, que participa ampliamente gracias a su cobertura. El 10 de abril se congela por un tiempo y según el comunicado final, luego se termina. Una gran pena.
Razones de mi interés
La primera fue la calidad de la información. He seguido por años una cámara: la Fujifilm X100; lo he hecho desde que no tenía letra adicional (luego fue S, T, F, hasta ahora que es V) a través del sitio. Vi sus especificaciones, explicaciones, comparativas, fotos y videos de muestra. Y es la cámara que sin duda compraré, algún día, cuando tenga más tiempo para tomar fotos del que tengo hoy. Todo eso me lo entregó el sitio web con calidad y a tiempo.
Además, en este aspecto, el sitio ofrece dos características muy relevantes que le dan mucha fuerza a la experiencia que le ofrecen a las personas usuarias: la forma en que ordenan los resultados de cualquier búsqueda y la manera en que formatean los textos cuando analizan una cámara. Son dos lecciones de alto nivel, que guardaré como buenos ejemplos para un futuro libro sobre cómo se escribe y presentan contenidos en formatos digitales.
La segunda, la calidad de la interacción. El sitio ofrecía diversas herramientas para realizar acciones a partir del contenido que mostraba. Entre ellas la más interesante era la capacidad de comparar una cámara con otras similares. En el caso de la que me interesaba, las competidoras más tradicionales eran la Ricoh GR III y algunos de los modelos básicos de Leica. Lo bueno en este apartado, es que por mucho tiempo la oferta de elementos interactivos para trabajar con la información superaba lo que se estaba haciendo en diferentes sitios web.
La tercera, la calidad de la comunidad que se juntó alrededor del contenido y la interacción. Porque una gran cantidad de fotógrafos se juntó a comentar de cámaras, fotos y videos, permitiendo ver cada modelo en acción, con las posibilidad de conocer a gente que estaba haciendo cosas interesantes con la misma cámara que uno buscaba.
La cuarta y última, como comenté al comienzo, el gran uso de las redes sociales para apoyar su producto principal, en particular en YouTube, donde sus principales colaboradores han estado subiendo entretenidos videos para darse ánimos ante el cierre.
Por todo esto, tengo una gran desazón seguida de una enorme decepción. ¿Nada de lo anterior vale para mantener vivo un sitio de buen contenido? Aunque la experiencia del usuario sea superior a todo, ¿no hay nada que permita que este tipo de sitios siga adelante? Días como estos llevan a pensar que no y que muchas veces no hay forma de salvar un medio. Mis disculpas, pero no hay forma de sentirse mejor ante tan mal resultado.