La respuesta de Enlaces

Manejar el lenguaje de los hijos es muy importante, yo lo viví cuando íbamos a la entrega de los diplomas y la gente se sentía como de otra manera; se sentían, no sé, como Armstrong cuando pisó la luna…”.

La frase está tomada de un sitio de la red Enlaces dedicado a promover el uso de las escuelas como lugares para capacitar a la comunidad en el uso de los computadores y la Internet y revela el impacto que pueden llegar a tener las tecnologías en las personas.

Otra más: “Era gente que trabajaba todo el día en una construcción y en la tarde llegaban a sentarse frente al computador…”.

En las últimas semanas le he seguido dando vueltas al tema de cómo enfrentar la brecha digital y abordar la capacitación en tecnologías, con el fin de hacer que ellas trabajen a favor de las personas. Esto aparece como un tema crucial si queremos subir el nivel del país y su gente y abordar de buena manera los desafíos que se nos vienen por delante con los nuevos tratados comerciales. En los que no sólo se tratará de salir a conquistar mercados, sino que de competir aquí mismo, con los extranjeros que traten de vendernos los mismos productos que nosotros hacemos, pero a mejor precio. Como se verá en ambos casos, será muy relevante que a todo nivel sepamos manejar estas nuevas herramientas.

Como respuesta a una columna anterior en que abordaba un tema similar, enumerando razones para usar el computador, desde el sur me llegó un dato excepcional. Hacia fines del año pasado en los encuentros que Enlaces hace a nivel nacional, casi mil profesores presentaron experiencias exitosas en el uso del PC en la sala de clases. Eso me llevó a buscar datos más actuales sobre ese “proyecto” (como se llamaba al comienzo), al que se le ha dado menor notoriedad tras la aparición de Educar Chile y Biblioredes, las dos líneas de acción más fuertes en este ámbito que ha impulsado el Ministerio de Educación en los últimos años.

Pues bien, Enlaces cumplió diez años en 2002 mostrando instalaciones computacionales en 7.300 escuelas y liceos en todo el país, es decir, llegando a más del 90% de los estudiantes. Permitió además la capacitación del 70% de los profesores, asegurando con ello que fueran los docentes los encargados de mantenerlo en el tiempo. Además desde mediados del año pasado ha abierto las salas de computación a las comunidades, permitiendo hacer cursos de capacitación abiertos a todos.

Pero si uno sólo mira los números, se queda con una visión corta de la realidad. Tuve el honor, por ejemplo, de conocer a un profesor de un pequeño de la XI Región que se las había ingeniado para aprender a hacer páginas web y les había enseñado a sus alumnos cómo hacerlas. Aunque su conexión a Internet no era ni comparable a la existente en ciudades grandes, ellos se dieron cuenta que la tecnología podía tener otros usos; por ejemplo, mediante una página web podían reproducir un libro. Fue así como en un curso, optaron por transformar uno de los pocos libros de biología que tenían en un sitio web. Así los demás alumnos podrían revisarlo en el computador y no tendrían que esperar a que estuviera desocupado el ejemplar de la biblioteca.

Esa transformación que permite la tecnología es lo que se debería buscar siempre en las jornadas de capacitación. Enlaces sabe mucho de cómo conseguirlo, porque con su trabajo efectivamente ha logrado cambiar la cara del país.

¿Cómo sabemos si en nuestras aulas no hay está el Neil Armstrong chileno esperando su turno?

¿Quieres saber más?