La celebración fue grande el viernes pasado, cuando se supo que la primera decisión relativa a las licencias Creative Commons, había favorecido a quien se estaba protegiendo con ellas.
Se trató de la imagen de este oso, realizada por Armando Torrealba, quien la publicó con una licencia CC. Esa imagen la tomó Falabella para un sitio y generó una presentación que culminó en disculpas y una compensación para el autor (ver la historia en el blog de Roberto Arancibia).
¿Por qué me interesa? Pues, porque tras asistir al Taller legal para bloggers desarrollado por dicha ONG, puse en mi propio sitio un anuncio de que uso CC (ver barra de la izquierda, abajo) y porque andaba buscando quien me dijera si esa protección era suficiente o había que ir a la Dibam a registrarlo todo.
Creyéndome protegido, puedo seguir adelante con mi anunciado proyecto de la historia de Internet en Chile. Pronto (espero), más novedades.