Hurgar en la historia: la gracia de ser suscriptor

Desde hace algunos meses tomé la decisión de hacerme suscriptor digital de The New York Times. No es una ganga, requiere habituarse al inglés, pero vale la pena (a propósito, no recibo nada a cambio por este comentario).

Entre los contenidos a los que he llegado gracias a que habitualmente están mirando en su archivo para buscar historias interesantes, se cuenta este documento del año 1974, en el que un redactor indaga en el inicio de una industria que se está tomando los espacios de recreo del Estados Unidos, superando a otros pasatiempos: los juegos de video.

En una crónica llena de detalles y que incluye varias fuentes interesantes, comentando detalles del negocio. Por ejemplo, incluye a Nolan Bushnell, el gerente de Atari que cuenta que ya saben que los juegos duran poco y deben ser reemplazados por otros para evitar que los interesados se aburran. O el tamaño de la industria (250 millones de dólares al año); el valor de un aparato con un juego (desde 450 a 900 dólares), cobrando 25 centavos de dólar a cada jugador por su turno (en comparación, el pinball costaba 5 centavos).

La interfaz del sistema de revisión del archivo del diario The New York Times.
La interfaz del sistema de revisión del archivo del diario The New York Times.

Llama la atención que una industria tan importante, haya tenido un comienzo tan silencioso. Pero, bueno, probablemente así son las verdaderas revoluciones.