Aunque quería evitar lo personal en este blog, para dedicarle más tiempo y entusiasmo a lo profesional, me ha llegado un tema que cruza ambas facetas: la edad.
Lo primero es que hace dos semanas comencé a usar lentes para la presbicia. Es más cómodo leer con lentes que tener dolor de cabeza sin ellos. De allí que mi familia y quienes trabajan conmigo, ya se han acostumbrado a ellos (a mí me falta, aún). Y además, he comenzado a valorar las páginas que cumplen las normas de accesibilidad y, entre otras cosas, permiten aumentar el tamaño de letra: es un recurso de veras valioso.
Y no había terminado de acostumbrarme a los lentes y lo que ello significa (que estoy más viejo) cuando Julio Jerez, un viejo amigo de Rancagua, compañero de colegio, me envía esta foto. Ella es Sofía Carolina, pesó 4 Kilos y midió 52 centímetros. Además, es su nieta. Es decir, él es abuelito y por extensión, nos hizo abuelitos a todos sus compañeros del Cuarto Medio B del 79. Nada que hacerle, la accesibilidad me persigue.