La TV y el cambio en los medios

A propósito de la clase de anoche en la U. de Chile, en que hablamos acerca de cómo los medios van cambiando en el tiempo, recordé un ejemplo actual de cómo la televisión va perdiendo su espacio porque sus  usuarios hacen otras cosas a la hora en que solían sentarse a ver un programa.

Una de mis preguntas habituales en la clase dedicada a cómo generar contenidos para medios digitales, tiene que ver con la forma en que consumen esos contenidos y la diferencia respecto de cuando los mismos alumnos (la mayoría tiene más de 25 años) miraban ese tipo de información hace 10 ó más años. Casi siempre, el relato es que ellos se sentaban a esperar que llegara la hora de ver un programa, comparado con la situación actual, en que lo ven cuando lo requieren.

El ejemplo en este sentido, ocurrió esta semana con el documental “Chicago Boys” de Carola Fuentes y Rafael Valdeavellano. La película fue programada en televisión abierta a una hora tardía (minutos después de la medianoche del domingo) lo que impidió que mucha gente pudiera verla.

La reacción de sus creadores fue rápida y precisa: “liberarla” en Youtube por 24 horas para que cualquier persona pudiera verla (cosa que yo mismo hice y gracias a los cineastas por eso).

Tweets acerca del documento "Chicago Boys" escritos por sus realizadores.
Tweets acerca del documento “Chicago Boys” escritos por sus realizadores.

Cómo atender a la audiencia

Lo ocurrido permite mirar de una manera diferente la forma en que un medio debe atender a su audiencia. Ya no sirve tener la actitud de que un canal es la alternativa única, porque si piensan hacerlo, sus audiencias buscarán la forma de saltarse esa traba y llegar al contenido como les sea más conveniente.

Incluso ni siquiera el problema es encontrar la forma de ver algo gratis, ya que gran parte de los usuarios de la televisión local, están pagando por lo que consumen, mediante sistemas como Netflix y Spotify.

Lo que las personas buscan es la comodidad y tranquilidad para ver el contenido que quieren de la forma y en el momento que deseen. Si eso no está disponible, indagarán la forma de llegar y de lo contrario, usarán ese tiempo consumiendo otros contenidos: nadie va a esperar por un canal de TV que no está disponible. Lo reemplazarán y (con el tiempo) lo olvidarán. Será obsolescencia por irrelevancia.

En resumen, las audiencias quieren contenidos en la forma y en los horarios adecuados a su consumo y no en los que la TV decida, porque ese tiempo pasó. El mensaje es claro para los medios: adaptarse o lamentarse.