30 años y más de experiencias digitales

En un acto solemne realizado este lunes en la Casa Central, se recordaron los 30 años de la primera versión del sitio web de la Universidad de Chile y, de paso, el trabajo realizado durante ese tiempo por el Sisib (la actual Dirección de Servicios de Información y Bibliotecas).

Me interesa mucho este aniversario porque me obliga a volver en el tiempo y recordar lo mucho que significó, en términos personales y profesionales, el apoyo que hace tres décadas se dio a una tecnología emergente, como era la Internet y la web.

En un tiempo en que había que convencer a todo el mundo que se trataba de novedades que se mantendrían en el tiempo y que convenía invertir tiempo y recursos en ellas, lo que hizo la “U” en ese tiempo fue un buen aliciente para que otros también lo intentaran. Nos dio un espaldarazo a los que por esos días empujábamos proyectos digitales. Que no éramos pocos (como lo atestigua el libro de Carlos Aldunate) y estábamos en desigualdad de condiciones: no habían negocios ni el medio estaba validado.

Pero seguimos, porque, entre otras cosas, llegaban señales de que íbamos por el camino correcto. Una de ellas fue la existencia del Sisib y su trabajo que se expresó, además de lo digital, en la creación de herramientas concretas como fue este libro del año 1996 (mi ejemplar aparece en la siguiente foto). Con la autoría de Patricia Hörmann, Claudio Mena y Patricio Pastor, recibieron el apoyo de la directora del Sisib —en ese tiempo era Soledad Ferreiro, quien más tarde pasaría a la Biblioteca del Congreso— y en sus páginas abordó la tecnología de punta del momento: correo electrónico, Listserv, Newsgroups, FTP, Archie, Telnet, Gopher y la web.

La imagen muestra el contenido y la tapa del libro de 1996
El libro sobre Internet editado por el Sisib en 1996.

Desde entonces me quedó la intención de poner por escrito lo que estábamos haciendo y es lo que he estado realizando y empujando a otros a hacer. Tenemos que dejar registro y documentar lo que vamos haciendo, es la tarea que nos debemos obligar a cumplir Es decir, tenemos que luchar por sostener la memoria y escribir la historia. Es la única forma de avanzar, de mostrarnos lo que hemos ido aprendiendo.


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