Suelo caer en la misma trampa. Y solito me salvo y sigo mi camino. La trampa se llama seguidores, likes, aplausos, la repercusión, el efecto de lo que haces. Es decir, considerar que tu trabajo se mide por el efecto que tiene en la forma que reaccionan los demás.
Desde hace mucho se ha discutido la solución a la pregunta: ¿Hace ruido un árbol al caer si nadie está ahí para escucharlo? La BBC publicó un buen artículo para responderla, así que no entraremos allí.
Pero me parece interesante vincularla a lo que hablamos, para decir que lo relevante es cumplir lo que uno vino a hacer, más que distraerse por el efecto que causa al hacerlo. Es muy posible que por ese solo hecho, al final comiences a hacer cosas por el efecto y no por la causa que te llevó a crear el espacio en el que escribes, presentas y divulgas lo que quieres hacer.
Métricas reales y vanidosas
Acabo de terminar un curso en el que conversamos acerca de las métricas de vanidad. Mi punto de vista es que si bien la búsqueda de números que mostraran actividad digital permitía exhibir resultados de manera frecuente (tales como pageviews, seguidores, likes) lo relevante era conseguir personas que de verdad cruzaran el embudo de conversión y participaran del negocio que les ofrecemos.
Vale decir, conseguir métricas que de verdad le ayudarán a quien invierte en marketing digital a notar que existe rentabilidad detrás de su inversión y que está consiguiendo aquello que vino a buscar y por lo cual está pagando. Es decir, tiene ventas, suscripciones, inscritos en actividades y eventos con participación real. Es decir, gente de verdad tomando parte en situaciones concretas que mueven las agujas con las que se miden los negocios.
Por lo mismo, en el libro del que estuve hablando hasta hace muy poco acerca de cómo desarrollar objetivos digitales, puse como meta una idea doble: lograr que se cumplan los objetivos de negocio y que las personas que consumen lo que se publica, sientan que se satisfacen sus necesidades respecto de lo que vinieron a buscar.
Lo que viene es difícil
Al respecto hay que plantear que vienen días complejos para quienes producen contenidos digitales. Las causas están en la falta de apoyo por parte de Google, que tomó la decisión de quedarse con casi todo el tráfico que genera su buscador.
Aunque la empresa lo ha negado en todos los tonos, varias fuentes están apuntando a los resúmenes hechos con inteligencia artificial como la razón para que las personas decidan no seguir ningún enlace del buscador y se queden conformes con el resultado que se muestra.
El artículo de los últimos días del diario inglés The Guardian indica:
Un nuevo análisis realizado por la empresa de análisis Authoritas ha revelado que un sitio web que anteriormente ocupaba el primer puesto en los resultados de búsqueda podría perder alrededor del 79 % de su tráfico para esa consulta si los resultados se mostraran por debajo de un resumen generado por IA.
En la misma nota se agregaba lo siguiente:
Un segundo estudio también reveló un fuerte impacto en el tráfico de referencia procedente de los resúmenes de IA de Google. Una encuesta de un mes de duración realizada por el Pew Research Center, un centro de estudios estadounidense, sobre casi 69 mil búsquedas en Google, reveló que los usuarios solo hacían clic en un enlace bajo un resumen de IA una vez cada 100 veces.
Es decir, vienen días difíciles. Por lo tanto, más que preocuparse por resultados bellos, hay que buscar los efectivos, aquellos que nos interesan porque son permanentes e interesantes para lo que hacemos.
