Archivo de la etiqueta: Redacción web

Temas relacionados con la redacción para plataformas digitales.

Escribir para la web: las respuestas de Google

Siguiendo con el post de la semana pasada acerca de los nuevos formatos para escribir en la web, quería darle una mirada rápida a la forma en que Google está respondiendo a ciertas preguntas (especialmente si las haces desde el navegador Chrome), ya que de cierta manera está configurando la forma “natural” de recibir información que uno necesita saber.

Comencemos por el tiempo.

La imagen muestra la barra de búsqueda de Google en Chrome
El Tiempo en New York respondido sin hacer click en un enlace, sino que sólo escribiendo la frase.

Hace unos días necesité saber cómo estaba el tiempo en Nueva York y bastó comenzar a escribirlo para que me mostrara lo que necesitaba saber: temperatura y pronóstico al instante.

Luego y avanzando hacia lo que se muestra en la página de resultados, Google está haciendo ofertas que permiten una de dos cosas: ver en pantalla o entender el contexto.

En el primer caso, al mostrar respuestas en pantalla, Google extrae el contenido de donde lo ha encontrado, y le evita al usuario la necesidad de ir al sitio que lo ofrece.

La imagen muestra una página de resultados de Google
Las respuestas de Google toman contenido de un sitio y los muestran en pantalla, sin necesidad de ir al sitio que lo genera.

En resumen, Google está usando el contenido de alguien más y ofrece una respuesta inmediata a quien consulta. Esto es muy bueno para quien pregunta, pero le da un mal servicio a quien genera ese contenido ya que no le genera ningún valor (ni siquiera una visita). Creo por lo mismo que llega el tiempo para que los productores de ese valioso contenido le planteen al buscador nuevas condiciones o, si no es así, que Google pague por lo que usa. ¿No les parece?

Inteligencia colectiva

En el segundo caso, la página de resultados de Google ofrece búsquedas relacionadas que han hecho otros usuarios, con el objetivo de que uno “vitrinee“, aprovechando la inteligencia colectiva de todos los visitantes y apoyando a quienes están haciendo preguntas más básicas. En este caso, Google sí entrega un servicio que vale la pena.

La imagen muestra la página de resultados de Google.

Probablemente esto mismo deba ser usado por los proveedores de contenidos para apoyar las necesidades de información de sus usuarios y dejar de ser destinos puntuales para un tema, sino que ser proveedores de conocimientos de un parea. Allí hay trabajo pendiente, puesto que muchas veces la pregunta aborda una parte del tema y no se logra ver el contexto del área al que pertenece lo que se consulta. Queda trabajo por hacer, ¿no?

Escribir para la web: explorando nuevos formatos

Escribir para la web ha sido siempre uno de mis temas de trabajo, incluyendo un libro. Pero, se trata de una materia que está siempre cambiando y ofreciendo nuevas posibilidades; de allí que se haga necesario ir mirando lo que se hace para ver si esas nuevas herramientas le ofrecen una mejor apoyo al relato que se está realizando en un medio digital.

Probablemente, el desarrollo más conocido (aunque no el nombre) son las listicles o artículos creados como lista, que fueron popularizados por Buzzfeed a mitad de esta década y que luego llegaron a ser usados en todo el mundo. Normalmente llevan en el título en número y se trata de una enumeración de características de un tema determinado. Por ejemplo: “Las X cosas que no sabías de Fulano”. El desarrollo del texto en este formato, habitualmente es una redacción esquemática, rápida de llevar a cabo ya que se caracteriza por tener textos cortos y el amplio uso de elementos multimediales.

Probablemente, una derivación de este formato es lo que tiene en mente Google al ofrecer los resultados como listas desplegables (ver imagen), aunque de este tema hablaremos más la semana que viene.

Imagen de la página de resultados de Google
Google está experimentando con listas, para ofrecer nuevas formas de mostrar los resultados.

Otro desarrollo interesante ha sido el de los charticles o artículos hechos con imágenes, aunque su origen es más antiguo. Son más parecidos a lo que conocemos como infografías, pero que tienen una lectura más secuencial y por tanto son una forma de redacción más gráfica que visual, aunque el foco es lo que se muestra. Probablemente, el trabajo que está haciendo por estos días el sitio Pictoline representa muy bien este camino.

El último grupo de formato que hay que mirar es el de los smarticles, que está llevando adelante y a modo de experimento, el diario inglés The Guardian a través de su Guardian Mobile Innovation Lab.

Ellos lo describen como una forma de contar historias diseñadas para dispositivos móviles que ofrecen los contenidos mediante grupos y que los van desplegando a medida que los lectores los van pidiendo. La clave es que se comporta como un texto que despliega lo que uno quiere saber y va ocultando lo ya visto, lo que ahorra tiempo y genera una mejor experiencia de uso en los lectores.

Hay más formas, por supuesto (por ejemplo, Transmedia y Periodismo Inmersivo), pero las descritas en este artículos son interesantes de tener a la vista ya que requieren poco desarrollo y mucha capacidad narrativa, para contar las historias. El público, por supuesto, agradecerá la variación y recompensará con más visitas.

¿Pueden los medios competir con las redes sociales?

Escribo esta nota a propósito de muchas cosas que he leído en los meses pasado en torno al concepto de posverdad y a la necesidad de imaginar el papel que deben jugar los medios tras casi ser reemplazados íntegramente por las redes sociales. Para efecto de lo sigue, agruparemos bajo ese nombre a cualquier aplicación que permita a los participantes publicar algo, relacionarse con gente (amigos y extraños) y tener retroalimentación sobre lo que digan.

Partamos por algo que, quienes me conocen, me han escuchado decir antes: las redes reemplazaron a los medios porque ocuparon el tiempo que las personas tenían para consumir contenidos. Antes de las redes, la gente se informaba en los medios que eran sus filtros de la realidad; ahora sienten que lo hacen participando en su red social preferida.

Luego hay que entender que las redes lograron redefinir lo que es importante y que se puede resumir en una palabra: “volumen“. Vale decir, si algo es popular y tiene una gran cantidad interacciones, se asume importante para el grupo de interés preocupado de ese tema.

Esto nos lleva a mirar hay algo bien sensible: el tamaño de la audiencia. Ya no importa que todo el mundo sepa algo, sino que las personas relevantes de un grupo (es decir, los nodos con más seguidores) realicen acciones sobre algún contenido, para que toda la audiencia sepa que eso existe.

Otro hecho interesante se refiere a los contenidos: a las redes no les interesa informar como sí les interesa a los medios. El negocio de las redes es conectar gente en torno a intereses comunes, cualquiera sean ellos. Lo relevante es que esa conexión se dé, que haya la posibilidad de conectar con quienes no conocemos pero que se interesen en los temas que tengamos en común y que -lo importante para la red- haya la posibilidad de explotar dicha conexión como negocio. De allí que para las redes, lo que importa es que puedan “atrapar el tiempo” de las personas, ya que mientras más tiempo pasen, más posibilidades de mostrarles y hacerles ofertas relevantes.

Luego tenemos que ver que para lograr lo anterior, hay una capa de software bien pensada y desarrollada, apoyada por un buen conocimiento del usuario, que facilita la participación. No hay usuarios pasivos, sino que hay miembros activos que generan contenidos mediante pequeños aportes que por sí mismos, constituyen lo que los demás vienen a buscar. Se construye información gracias a la acumulación progresiva hecha por quienes están presentes y se deja el espacio para que, quienes no están, sean notificados y puedan venir a entregar su parte de contenido.

Esto nos lleva a mirar el siguiente elemento que es la capacidad técnica de las redes. Todas ellas están construidas con un grupo notable de personas ingeniosas (desde la ingeniería, diseño, interacción, contenidos, por nombrar las partes relevantes) que se aseguran de poner en marcha interfaces en las que pasan cosas que vale la pena mirar. Ellos facilitan el uso y hacen evolucionar la red de acuerdo a las necesidades tanto del negocio -que siempre irá primero- y de los usuarios, de los que se aprenderá gradualmente a medida que usen lo que se les propone. Las redes invierten en tecnología porque de ella depende su existencia y, por tanto, allí radica la habilidad de su negocio.

Mirando todo lo anterior, podemos concluir que cualquier medio de comunicación puede competir con las redes sociales, que ya le quitaron su publico y su negocio, si logra avanzar en aquello que está marcado con negritas en los párrafos anteriores. Si no se esmera en hacerlo, podemos apostar a que tendrá sus días contados. Podrán ser muchos o pocos días, pero estarán contados.

Noticias para creer: lo que quiero que me digas

Un verdadero privilegio fue seguir la semana pasada en el streaming de la Maratón Entel Big Data, la charla del físico Claudio Huepe (ahora en YouTube, gracias a Entel y la PUC) en la que se refiere a la manera en que funcionan las redes sociales en la divulgación de contenidos.

En 20 minutos de charla une los conceptos de sistemas complejos (explicado en el minuto 6) y big data (minuto 16) y explica de manera simple la manera en que eso se puede medir.

Luego, utiliza esa base para avanzar a un tema muy actual, que es el concepto de posverdad que implica construir significados alternos a la realidad con el fin de coincidir con la forma de pensar de una audiencia. Lo interesante es que el estudio que ha hecho Huepe muestra la manera en que las personas reconstruyen sus redes cuando los demás no piensan de la misma manera que uno, ya sea cambiando de opinión o bien, mediante la fragmentación que es dejar de estar conectados con el pensamiento disidente (minuto 18) para sólo conectarse con quienes piensan parecido.

En palabras de Huepe: “entre nosotros nos convencemos de cualquier cosa y de ahí sale cualquier cosa y de ahí sale la posverdad que no tiene nada que ver con la verdad y que me preocupa”.

Siguiendo este tema llegué a una entrevista hecha en el verano a Huepe en la revista Qué Pasa. Allí dejó estas respuestas:

— Creemos lo que queremos creer.

— Un terreno fértil es una red de muchos individuos recibiendo información de pocas fuentes. Esto se puede estudiar matemáticamente. Si yo pongo un mensaje falso y todos mis amigos, y los amigos de mis amigos, sólo reciben información de un grupo pequeño que también son amigos míos, se generan círculos autorreferentes, nadie opina distinto ni rompe el círculo de propagación del fuego. Si hubiera información diversa, se apaga.

Y también plantea tarea para los medios:

— ¿Cómo pueden los medios enfrentar esto?

— Cuando se forman grupos autorreferentes, es muy difícil hacerlos cambiar de opinión. En Chile afortunadamente no existen portales alternativos que difundan estas cosas, y mientras no aparezcan es posible corregir el rumbo. Porque cuando aparecen son un refuerzo infinito para que un subconjunto de la población viva solo en ese mundo, afirmado a distintas escalas. En EE.UU. ya no importa cuánto le demuestres algo a alguien, no te cree. En Chile alguien se va a dar cuenta de que es un negocio…

Buena tarea deja Huepe. Si a lo que uno se dedica es la creación de contenidos o la administración de cuentas en redes sociales, es necesario enfrentar este tema y hacer lo necesario para que no sea un problema.

Pequeñas interacciones para apoyar el contenido

Una de las tareas más recurrentes que dejo a mi alumnos, es la que transformar el contenido en acción. Esto se logra cuando desde lo que se publica, se permite al usuario realizar tareas y actividades, generando una experiencia memorable.

Eso fue lo que me quedó muy claro con el artículo “What are Optotypes? Eye Charts in Focus” de Lorrie Frear acerca de la historia de las tipografías usadas en las tablas que usan los oculistas para medir la calidad de la vista.

Sólo con un pequeño truco en el CSS se consigue que la imagen se desenfoque levemente (ver foto más abajo) y con eso se agrega algo de interés al tema del artículo.

Ventajas de trabajar en un medio digital, ¿no?

La imagen muestra las letras del oculista enfocadas y desenfocadas
Un pequeño desenfoque hace la diferencia para ayudar al contexto del artículo.

Cuánto escribir: nuevas pistas

Cada cierto tiempo aparece más información acerca de cuál es el tamaño adecuado para escribir en formatos digitales. Ya en posts anteriores hemos tratado el tema, como en este trabajo del que hablamos casi un año, en el que se planteaban algunas ideas novedosas, como por ejemplo, que el largo ideal es de 1600 palabras, que equivale a 7 minutos de lectura.

Ahora llega otro estudio hecho por Buzzsumo, que comparó durante un mes las publicaciones de Buzzfeed y las del diario The Guardian y encontró que los textos largos tenían un muy buen desempeño entre los lectores, que preferían compartir esas historias respecto de las más cortas (ver imagen).

El gráfico muestra una comparación de artículos más posteados en redes sociales, en relación a su largo,
Comparación de artículos más posteados en redes sociales

Lo que se plantea es que “mientras la mayoría del contenido publicado por BuzzFeed tiene menos de 3.000 palabras, el formato largo se desempeña significativamente mejor con un promedio de 38.000 acciones de compartir. La diferencia en el nivel de compartir entre el formato largo versus el corto, es mucho más marcado para BuzzFeed que para The Guardian”.

Como resumen se plantea que “BuzzFeed y los medios más grandes están aprendiendo los unos de los otros acerca qué es lo que genera tráfico y acciones de compartir el contenido. Ello revisan constantemente lo que funciona y esperimentan con frmatos de contenido tales como cuestionarios, textos con imágenes, titulares y con textos de formato largo. Como consecuencia, las diferencias entre los sitios en términos de de formatos de contenidos será menos marcada en el futuro”.

¿Cuánto hay que escribir para web?

Cuando me toca hacer clases de periodismo digital, mis alumnos me miran con cara de no entender nada, cuando les explico que para atender las necesidades de información de un usuario que lee desde una pantalla, mientras menos escriban, mejor será.

De hecho, mi receta siempre es que hay que escribir menos de una carilla (o sea, alrededor de 2500 caracteres, incluyendo espacios o, lo que es mejor, 300 palabras) para contar lo que haya que contar.

No obstante, mi punto de vista siempre tuvo que ver con la observación empírica hecha durante mi experiencia de generación de contenidos digitales, debido a que más que esa cantidad sobrepasa con creces el tiempo que una persona permanece atenta.

La confirmación formal llega ahora con una publicación dada a conocer por Buffer Social, un blog de esa plataforma, en el que dan a conocer un par de investigaciones que traen más fundamentos al tema de los tamaños máximos para escribir.

En lo que se refiere al largo de los textos, no va muy de acuerdo a lo que enseño, ya que una investigación hecha a través de Medium (una plataforma de ensayos) mostró que el largo ideal está en 1600 palabras, que equivale a 7 minutos de lectura. Cinco veces más que mi recomendación. Aunque no dejo de pensar que como Medium es un lugar para escribir ensayos, que requieren argumentación y desarrollo de historias, es diferente de otros espacios, como los de contenidos más simples (como las noticias y posts) e incluso los referidos a instrucciones (cuando una lista es suficiente), donde la posibilidad de interacción hace imposible la lectura.

El gráfico muestra el tiempo de lectura de los posts del sitio Medium.com
El gráfico muestra el tiempo de lectura de los posts del sitio Medium.com

Pero, en Buffer también ofrecen otros datos acerca del largo de los textos en otros espacios, como los siguientes:

  • Twitter: no más de 100 caracteres, ya que generan más acción
  • Facebook: 40 caracteres son suficientes, aunque lo más usado son 80 caracteres
  • Google+: 60 caracteres y con algo importante en solo una línea
  • Títulos de posts: no más de 6 palabras (como el de este post)

Más de este tema se puede leer acá.

Mariana y la alegría de crear

Hace mucho tiempo que no me encontraba con alguien tan entusiasta como Mariana Santos, la diseñadora portuguesa, integrante del equipo realizador de los productos multimedia del diario inglés The Guardian.

Durante una charla organizada por el grupo Hack & Hackers este viernes (habrá otra el miércoles 5 en la UDP) repasó su trabajo, enfatizando cómo pasó de hacer la práctica hasta transformarse en parte de uno de los dos equipos más fuertes en el mundo, en la construcción de visualización de datos e infografías digitales.

Mariana Santos en su charla en la Universidad Finis Terrae, junto a Miguel Paz
Mariana Santos en su charla en la Universidad Finis Terrae, junto a Miguel Paz

Mariana es una Knight International Journalism Fellow del Centro Internacional para Periodistas, y su objetivo es Mariana busca desarrollar el área de visualización de datos y narrativas visuales en varios medios de América Latina, con un foco especial en “inspirar y aumentar el número de mujeres dedicadas a la tecnología en los medios de comunicación”. Lo que ella llama las “chicas poderosas“.

Hay que decirlo: tras su charla, muchas quedaron motivadas.

Trabajos y Consejos

Como parte de su charla, Mariana hizo un repaso de su carrera, partiendo por el primer trabajo que hizo para el diario, dos años antes de que los Juegos Olímpicos llegaran a Londres el 2012. Usando sólo tipografía, logró mostrar mucha información y hacerla interesante de mirar. Destacó también otros trabajos relacionados con ese evento, como el juego que invitaba a los usuarios a participar y entretenerse, mientras recibían información acerca de los eventos deportivos.

Aprovechó además de entregar consejos y motivar a los asistentes a seguir una carrera, destacando que en América Latina se ve muy lejana la posibilidad de trabajar en medios del primer mundo, donde se cuenta con más recursos. Como ejemplo, citó las decenas de personas que trabajan en su área o números equivalentes para The New York Times, en Estados Unidos. En comparación, en nuestros países, una decena de personas puede llegar a ser el total de una redacción.

Pero ella, entusiasta como nadie, destacó que sí se puede. Enumeró durante su charla cinco elementos que ayudan a forjar una carrera, donde uno quiera realizarla. Los anoté y los dejo acá, porque también creo en ellos:

  • Trabajar duro aunque se duerma poco
  • Siempre dar un toque personal al trabajo
  • Investigar hasta entender el problema
  • Dar las gracias e incentivar la mística del equipo
  • Seguir reinventándose y aprender cada día

Vale la pena seguir los entusiastas y alegres pasos creativos de Mariana (@marysaints). Mientras dure su beca estará en Costa Rica y por lo que la escuchamos, la veremos seguido.

Las “tablets” se toman el diseño web

Siguiendo con mi tema anterior de las interfaces, quería comentar que una tendencia que se ha estado observando en el último año ha sido la conversión de los sitios web hacia versiones “tablet”.

No ha sido abrupto, porque todavía cuesta encontrar ejemplos, pero es claro que la conversión se está produciendo. De hecho hace algunos días, en un post anterior, abordaba la falta de la barra de scroll en Gmail, que es un síntoma relacionado.

¿En qué se nota? Es una sutileza, pero se distingue por el hecho de que el tamaño de los botones y los espacios de interacción (secciones, menúes, enlaces) es más ancho. Vale decir, están preparados para ser usados no con un mouse, sino que con los dedos de la mano.

En las siguientes imágenes, dos ejemplos de esta forma de presentar los contenidos: Etsy.com y Atlason.com. Por cierto, en un tablet, se ven y se “usan” sin problemas.

Interfaz de Etsy.com, el sitio de manualidades a la venta
Interfaz de Etsy.com, el sitio de manualidades a la venta.
El sitio de la empresa de diseño Atlason.com; todo a tamaño de dedo.
El sitio de la empresa de diseño Atlason.com; todo a tamaño de dedo

Pero aún hay más

Como expliqué un par de veces esta semana en clases, las tablets y los móviles en general, están generando un campo mayor de influencia. Así por ejemplo, ahora hay más gestos y palabras que incorporar en las acciones de los ususarios. El mejor ejemplo, es que el verbo “click” que tanto hemos usado estos años para describir el proceso de gatillar una acción con el mouse, ya no tiene mayor sentido. Eso ahora se llama “tap” que se puede traducir como tocar o pulsar algo.

Por último, hay quienes están aprovechando todo lo anterior, para hacer cosas totalmente diferentes. Es el caso por ejemplo de la consultora Cooper, dedicada al diseño de experiencia de usuarios, quienes han extremando lo que se puede hacer.

Si se entra a su sitio (y recomiendo hacerlo), se puede ver que es una “gran página” que tiene todos los contenidos en un mismo archivo. La gracia es que todos ellos tienen el tamaño “tablet”, haciendo de la navegación algo muy interesante.

Página principal de Cooper.com
Página principal de Cooper.com
Mirada general a todas las partes de la "gran página" que se navega en Cooper.com
Mirada general a todas las partes de la “gran página” que se navega en Cooper.com

Queda por último decir que gran parte de lo que se puede hacer en estos días en torno a este tema, está relacionado con el concepto de diseño web adaptativo (mi traducción de Web Responsive Design), término acuñado por Ethan Marcotte en un artículo (ver en español) escrito hace dos años y medio y que fue seguido por su libro el año pasado (US$ 9 como e-book).

Entender este concepto, ayuda mucho para trabajar en todo esta tendencia tablet que estamos mirando.

Ginny Redish: ¿Para quién escribes?

Este artículo es uno de los cinco con los que resumo mi asistencia al evento UX-LX sobre usabilidad, realizado en Lisboa en mayo 2012.

Ginny Redish durante la clase en Lisboa.
Ginny Redish durante la clase en Lisboa (Foto: ux-lx.com).

Ginny Redish (en la foto) impresiona a primera vista. Parece una abuelita y tal vez lo sea. Pero basta que comience a hablar y hacer clases, para darse cuenta que tiene energía de sobra: nunca había estado en una clase tan participada como en la de ella.

No es de extrañar entonces que su mirada acerca de los contenidos digitales sea también diferente. Por ejemplo, explica rápido que hay que escribir el contenido del sitio web considerando que la gente que lo visita lo hace para responder las preguntas que trae. Por lo tanto, para escribir hay que ponserse en “modo de respuesta”. Además cuenta que “cada usuario de un sitio web inicia una conversación y por lo tanto tú le das una charla (en la que sólo tú hablas) ¿o realmente conversas, respondiendo sus preguntas?”.

Respecto del texto mismo, plantea algunos elementos claves:

  • Un texto es mejor cuando es una conversación: escucha la pregunta y luego respóndela.
  • Hay que escribir poco y poner el mensaje relevante al comienzo.
  • Hay que usar subtítulos y ellos deben ser el resumen del artículo.
  • Hay que usar palabras comunes que le permitan al usuario ahorrar tiempo.

Incluso dio un consejo acerca de cómo probar si lo que se escribe cumple con esto. Consiste en que luego de escribir algo, hay que entregarlo a alguien para que lo lea y pedirle que identifique cuál es el mensaje principal. Si no lo hace, hay que revisar la redacción y probar nuevamente.

En todo caso, lo principal es que cuando uno escriba tenga en mente a su audiencia, ya que eso permitirá estar seguro de que los textos están hechos para quien corresponde.

Ginny fue muy generosa y en su sitio web dejó todo el material de trabajo, así que finalizo con sus enlaces: