Google ha sido la guía de muchos de nosotros gracias a su capacidad de mostrar lo relevante y destacar dónde está el contenido interesante, entre mucha publicación desechable. Al menos, ese era el motivo por el que lo queríamos.
Lo digo en pasado.
Dejó de ser eso cuando comenzó a competir por los clics y a ofrecerse a sí mismo como el mejor destino para cualquier pregunta. ¿El tiempo? ¿El valor del dólar? ¿Dónde juega Alexis? En cada caso la primera respuesta no es un sitio adicional, como antes, sino que aparece directamente lo que necesitas saber.
Bueno para quien consulta. Malo para el ecosistema.
Está pasando algo inevitable. Un primer síntoma lo tuve el año pasado cuando mis alumnos de Periodismo (18 a 20 años) me explicaron que su forma rápida de ver noticias era abrir TikTok. Allí preguntaban qué pasaba y había información rápida y directa. Además, cuando querían saber de algún tema, la respuesta estaba en YouTube. No en Google, como habría sido lo natural.
Adobe trae más datos
En una encuesta hecha por Adobe y presentada en abril, descubren algo parecido. Dos de cada cinco personas en Estados Unidos prefieren buscar en TikTok (y uno de cada 10, ChatGPT) en lugar de Google.
Lo interesante de la tendencia está en las razones para hacerlo. Es porque ven a TikTok como mejor respuesta gracias a que sus videos son cortos e informativos, por la forma en que se cuentan las historias y porque el contenido está personalizado para las necesidades de las personas que buscan.
Es decir, podemos atribuir esta capacidad a la experiencia de usuario (UX) que ofrece la plataforma y al hecho de que los contenidos han sido adaptados para el consumo rápido. Ambas tendencias que asoman como ganadoras en esta pasada.
Una lección para quienes están en la tarea de producir contenidos ya que puede servir como método para definir de qué manera contar las historias. También es una buena lección para quienes hemos estado tanto tiempo trabajando para conseguir cumplir con las guías de optimización de Google; no vale la pena estar junto a un gigante tecnológico que compite con quien le provee contenido; en especial si sólo se producen textos para salir en el buscador y conseguir visitas más que para servir a la audiencia a la que uno debería atender. Lo que escribe Luis Marambio al respecto es decidor. Reflexión final: hay que seguir el camino propio. El viejo y querido sitio web sigue siendo la mejor respuesta.