Más de alguna vez hemos comentado que Meta sabía que estaba causando efectos perniciosos en parte de la audiencia y que pese a ello, persistía sin hacer los cambios que pudieron salvar a muchas personas.
Incluso en una columna anterior lo comparé con los efectos que causan algunas drogas permitidas como el alcohol y el tabaco, que tras desarrollar un gran mercado terminaron con multas, amplias regulaciones y avisos a las personas que los consumen por sus efectos dañinos.
Creo que ese es el camino que van a seguir las tecnológicas que nos entregan las redes sociales, los buscadores y las nuevas tecnologías que estamos empleando casi a diario.
Hay multas
Lo primero que tenemos que anotar aquí es que las grandes tecnológicas han recibido enormes multas por sus acciones. Por supuesto que son valores menores en comparación con lo que ganan por sus operaciones, pero los números son increíbles.
En el siguiente gráfico se puede ver parte de eso para los últimos años. De hecho, sólo Meta en 2023 recibió una gran multa de casi 1.300 millones de dólares por infringir normas de datos personales en Europa.
Por otro lado, Apple acaba de recibir una multa incluso superior de las autoridades antimonopolio europeas, por la forma en que ha tratado el negocio de la música. Si miran el gráfico respectivo, verán que al lado está Google con valores superiores. Es decir, en diversos países ya se llegó a la etapa de decirles a todos “basta, no más”.
¿Puede pasar en Chile?
Probablemente no por el lado de la protección a los datos, ya que nuestra ley es de un tiempo analógico. Pudiera ser por el lado de las sanciones de actitudes monopólicas.
Gracias al siempre interesante newsletter “El Semanal” de Iván Weissman, supe que Copesa demandó a Google el pasado 1 de marzo ante el Tribunal de la libre competencia por su posición dominante en el mundo de la publicidad online.
Tras buscar un rato, llegué a la causa C-505-2024 por infracción al Decreto 211 que regula estos temas; la novedad es que ya se autorizó el exhorto lo que implica que es una causa que va a demorar pero que se va a tramitar.
Podríamos decir que como estamos tan abajo en el mapa y tan lejos en el mundo, nada de lo que hagamos o digamos desde Chile va a ser relevante para estos gigantes tecnológicos. Pero no hay que perder de vista que en varios países ya se ha hecho (además de Europa y EE.UU, también en China, India, Canadá, Corea del sur y Australia). E incluso que acá al lado, en Brasil, una ley busca obligar a estas empresas a cambiar. Así que sí, se puede.