Nuevas capacidades para creer en lo que nos cuentan

Una de las tareas habituales en las que estoy trabajando consiste en buscar y desarrollar nuevas formas de ofrecer contenidos y, al mismo tiempo, detectar cuando este tipo de métodos aparecen.

Creo que el gran problema de nuestro tiempo tiene que ver con la tendencia a evitar las noticias (news avoidance, en inglés). En el reporte 2023 del Reuters Institute se indica que esto lo hace más de un tercio de la audiencia:

La cantidad de gente que evita las noticias, a menudo o a veces, permanece cerca de máximos históricos: Es un 36% del total relevado. Notamos que este grupo se divide en dos: por un lado, quienes procuran evitar periódicamente todas las fuentes de noticias y por el otro, quienes tratan de restringir específicamente el consumo de noticias en determinados momentos o sobre ciertos temas.

Este problema está siendo abordado con diferentes enfoques que van desde estudiar los motivos (entre los que se cuenta su carácter negativo, poca o nula confiabilidad o la sensación de que hay mucha información disponible) hasta ofrecer enfoques diferentes, con una perspectiva amable, como es el caso del medio inglés Positive News

A propósito, hay que anotar que lo habitual en los medios es creer que sólo es noticia lo negativo.

Sin embargo, si vamos a los hechos (y para eso, nadie mejor que Hans Rosling), podemos afirmar que estamos viviendo en la mejor versión del mundo desde que existe y que la tendencia a creer de que todo está mal o empeorando, es una idea preconcebida que no tiene relación con la realidad. 

¿Cómo mejorar?

Otra forma de mejorar la relación con la audiencia es entregar mejores y más adecuadas herramientas para consumir el contenido. Esto implica cambiar la interfaz (UI) para mejorar la experiencia de uso (UX).

Un par de ejemplos para ayudar en esta línea. Aftenposten de Noruega usó inteligencia artificial para clonar una voz que leyera sus artículos y así ofrecerlo con sonido y facilitar su consumo. Una vez que termina la noticia, continúa con otra en una playlist adecuadamente elegida.  

Hemos entrevistado a varios usuarios que han probado nuestros artículos de audio y hemos sabido que eligen escuchar en situaciones en las que no pueden leer. Hemos oído varias veces que a la gente le gusta escuchar mientras dobla la ropa, hace ejercicio, conduce o limpia la casa. En otras palabras, les resulta útil escuchar artículos de audio en situaciones en las que están ocupados con sus manos pero quieren entretenerse o informarse.

Al menos un 10% de la audiencia usa ese método y por eso planean seguir trabajando en esa línea.

Otro buen ejemplo en esta línea lo entregó Chris Moran, director de innovación en The Guardian. Se trata de un par de listas que muestran por un lado los artículos más vistos en el diario y, por el otro, aquellos en que las personas pasaron más tiempo leyendo.

Ambos listados tienen casi siempre contenidos diferentes, por supuesto, y permiten ofrecer a los demás lectores aquello que vale la pena mirar según la sabiduría del resto de quienes leen el medio, más allá de los titulares (que representan la versión de lo que es importante según los editores).

La imagen muestra las listas de artículos que se muestran en el diario The Guardian

Está también la búsqueda de nuevos formatos (por ejemplo, las stories) para contar historias, como el trabajo que está haciendo Infobae en las redes sociales y que tiene su espacio en la zona inferior de la portada del diario.

Por último, encontramos la nueva forma en que la BBC pretende asociar credibilidad a lo que muestra, con una nueva marca que pondrá en las noticias que lo requieran. Fue anunciado sólo esta semana, por lo que hasta ahora no vi su aplicación práctica.Como vemos, varios ejemplos y mucha preocupación por la audiencia. Creo que por allí va el camino para recuperar el rol que los medios deben jugar; todo lo que no ayuda en este camino en realidad termina afectando al medio.