La semana pasada comencé a responder la pregunta acerca de cómo resolver el eterno problema de los medios para llegar a su audiencia, conquistarla, lograr que se haga asidua a su oferta de contenidos y finalmente, esté disponible para pagar al respecto.
Una parte del problema que atendimos en esa columna se refería al contenido. Hay evidencia de que las necesidades de las personas que usan los medios no están adecuadamente atendidas ya que ponen el foco en noticias que no son requeridas; de allí que eviten las noticias y tengan una valoración negativa de los medios.
¿Qué han hecho las grandes plataformas de contenidos? Aumentar la diversidad de la oferta para que haya mucho de todo. Desde Spotify hasta Netflix y sus competidores, es posible encontrar gran cantidad de géneros, autores y estilos, mediante un acceso simple a lo que se requiere.
Adicionalmente a eso, hay una investigación amplia y permanente a los problemas de la interfaz (la UI se prueba de manera permanente) y se generan adiciones usando tecnologías actualizadas. Por ejemplo, las Dynamic Sizzles de Netflix, que son pequeños cortos con lo mejor de una película que se muestra para interesar a la audiencia a darle play a un video. En tanto en Spotify hay un trabajo permanente en la prueba de la aplicación bajo diferentes condiciones y problemas de acceso, de manera de asegurar la llegada de la audiencia.
Preparar la experiencia
Lo que vemos en los medios es una apuesta a que el contenido es suficiente para que la audiencia vuelva y sienta que está recibiendo lo que necesita.
No obstante, parece que se requiere más. Por ejemplo, pensaba que debería haber un tipo de producto que diera respuestas al ciclo de informarse: antes de llegar al medio hay redes sociales que anuncian lo que se puede ver con detalle; hay diferentes tipos de newsletters que te preparan y te cuentan si vale la pena usar el tiempo en un contenido.
En este sentido hay que decirlo: qué ganas de que un medio me dijera hoy no hay nada nuevo en lo que valga la pena gastar tu tiempo, pero aún así te podemos explicar esto o aquello o te ayudamos a que te hagas mejores preguntas. Incluso que me haga la lista de lo que sabemos y lo que ignoramos, e incluso las nuevas interrogantes que se abren a partir de lo que averiguamos.
Ahora, cuando llegas al medio te entregamos lo que necesitas de acuerdo a tu tiempo disponible: lo que quieres saber en un minuto o en dos o en cinco. Dime tú cuánto tienes y me las arreglo para contártelo. O te lo muestro en un gráfico que además puedes compartir.
Por último, cuando te vas de las páginas que revisaste, te puedo ofrecer un seguimiento de temas según lo que necesites. Si me dejas tu mail o incluso tu Whatsapp, yo te aviso si pasa algo, que para eso me pagas. Con dinero o con datos, pero me pagas.
Es decir, que el medio sea tu socio permanente y no sólo lo que visitas de tanto en tanto. De esa manera, si hay un costo asociado será más fácil pagarlo y el valor percibido será mayor que lo que se entregue a cambio.
La próxima semana vamos a completar esta revisión con la mirada a cómo hacer un trabajo editorial que se enfoque en las personas que usan los medios.
Una pestaña y una errata
Dos cosas para terminar, en esta segunda parte de la entrega semanal.
La primera es que dentro de las pestañas que he mantenido abiertas se encuentra The Psychology of Web Performance, que es una investigación acerca de cómo percibimos el tiempo cuando navegamos. Su concepto clave es que una web rápida consigue usuarios felices; ofrece información muy interesante acerca de cómo percibimos el tiempo, por lo que recomiendo revisarlo.
Lo segundo es confesar un error del último boletín. Aparecía una XXX en la frase “quiero destacar este artículo de XXX que habla sobre la tipografía en sitios web”. Allí debí haber puesto el nombre de Oliver Schöndorfer, un diseñador austriaco que habla de manera habitual sobre tipografía y que incluso tiene un canal de YouTube dedicado al tema. Así que mis disculpas a quienes se quedaron con una mala impresión y mi agradecimiento a quienes lo vieron y me preguntaron.