Una de las actividades habituales que hago en algunas clases en las que abordamos temas de redes sociales, consiste en medir cuánto tiempo las personas están activas en esas aplicaciones, de acuerdo a las estadísticas que muestra su teléfono.
No todas las apps lo ofrecen, pero las que sí lo hacen proporcionan un registro interesante que funciona como la foto que se muestra a continuación, detallando el tiempo promedio asociado a cada día.
Entre las personas a las que enseño, lo habitual es que quienes más las usan (sin estar trabajando con esa aplicación) lo hacen por un poco más de dos horas. El valor más bajo está en torno a los 45 minutos. Es decir, en los casos que me corresponde ver, las redes se quedan con una gran tajada del tiempo de atención en personas jóvenes (de 18 a 25 años).
Límites de tiempo
La foto que muestro es la de mi propio celular, dado que utilizo una característica de la app de Instagram que avisa cuando se acerca al tiempo límite. En mi caso lo mantengo en 10 minutos y por eso la alerta llega cuando se cumple ese período, con una pantalla similar a la que va a continuación:
Hasta allí, parece muy bueno. Sin embargo, al mirar un servicio competidor se puede ver que puede ser mejor.
En este caso, la pantalla viene de TikTok donde también mantengo un límite de tiempo. ¿Qué pasa cuando llega el momento en que la app debe entregar una alerta de ese tipo?
Pues, que el mensaje es diferente. Ya no se trata de una sugerencia amplia y lejana a la aplicación como la que se desprende de la frase “¿Quieres tomarte un descanso?” que ofrece Instagram. En este caso es una propuesta concreta, relativa a la acción con “¿Todo listo para cerrar TikTok?”
En ambos casos hay una posibilidad de saltarse la pausa, pero en uno es más complicado hacerlo y por lo tanto ayuda a cumplir la meta de limitar el uso de la app. Es decir, lo que se tuvo a la vista cuando se tomó la decisión de ponerle límite al uso.
¿Cuál de los dos es mejor socio en la tarea?
La presentación de estas imágenes nos ayudan a entender que hay diferentes formas de cumplir un compromiso y que hay casos más claros y simples de presentar la información. En uno, hay una especie de descripción de una tarea más (tomar un descanso), mientras que en el otro se ofrece una acción que busca cumplir con la promesa de hacernos sentir mejor. Es decir, avanza hacia desarrollar una relación de largo plazo, como es lo que debería intentar una aplicación que busca que la usemos a diario.
Sólo puedo concluir planteando que prefiero la segunda; las palabras importan cuando se trata de aumentar la confianza entre personas y máquinas.