Amor y Odio en torno a Flash

Me escribió Matrix. Me dice: “Leí tu artículo, me pareció interesante pero pesimista”. Se refiere a mi columna “Untitled Document y otros pecados web” de la semana pasada, en la que analizaba, aunque sólo de pasada, algunos problemas asociados al uso de Flash en los sitios web nacionales.

Como Matrix, que es un diseñador nacional, me planteó varios temas referidos a la calidad de Flash y a sus capacidades para ser usable y accesible, aproveché de dar una mirada más atenta a la tecnología, para poder opinar con certeza respecto de sus características.

Partamos de lo ya dicho en la columna anterior, porque son datos reales, ya medidos en un estudio. Allí se planteaba que en Chile hay casi 9 mil sitios de una página, y poco más de mil de ellos usan tecnología “Flash” en la portada, impidiendo que las “arañas” que usan los buscadores para indexar los sitios llegan a su interior. Es decir, impiden que su contenido se vea.

Ese es un primer problema, que si no es abordado correctamente, hará que mucho sitios nunca sean indexados y por lo tanto los usuarios que no conozcan su dirección directa, nunca podrán ver sus contenidos a partir de un buscador. La tarea allí es revisar los “meta tags” y enlazar bien la página inicial con “links de texto” al resto del sitio. Y, tarea superada. Con eso, Flash pasa la prueba.

El segundo problema tiene que ver con el uso de páginas de presentación en los sitios. Ahí el problema es más importante porque hay exactamente dos bandos: por un lado los clientes quieren un sitio web cuya portada muestre algo moviéndose y sonando llamativamente; por otro, los usuarios sólo esperan presionar el enlace que los lleve a la información real. Es decir buscan el texto “skip intro” o “saltar introducción”, para no verlo.

Esta real dicotomía entre clientes y usuarios, llevó a que en el año 2000, el ya famoso gurú de la Usabilidad, Jakob Nielsen, declarara que “alrededor del 99% del tiempo, la presencia de Flash en un sitio web constituye un problema de usabilidad. Aunque hay algunas apariciones de buen diseño Flash (hasta agregan valor en algunos casos), el uso de Flash normalmente reduce la usabilidad. En la mayoría de los casos sería mejor si esos objetos multimediales fuera sacados”.

Dos años más tarde Nielsen se unió a Macromedia, para, según sus palabras, generar las guías de usabilidad (que por ciento, vende a 64 dólares la copia en PDF –otro formato que está criticando ahora- desde el web) y comenzó a decir que “las diversas mejoras de usabilidad en la tecnología Flash básica, es una demostración de que funciona la evangelización en usabilidad y sacar a la luz pública los problemas de este tipo”.

Probablemente podremos criticar a Nielsen por darse vuelta la chaqueta, como decimos en Chile a quienes cambian de bando. No obstante, parece adecuado darse cuenta que los programas sí han cambiado y que el gurú tiene razón: él ha mostrado problemas reales y ha conseguido cambios a nivel de la industria.

Lo que no ha conseguido hasta ahora es que los diseñadores sigan sus pautas y hagan de los elementos en Flash, contenidos usables que permitan aprovecharlos en el diseño web. En este tema, Flash no pasa la prueba.

Volviendo al mail de Matrix, plantea que “algunos diseñadores poco aprecian Flash como herramienta de desarrollo y sólo es un comodín de banners”. Pero lo defiende señalando que “por experiencia personal he aprendido en utilizar Flash como arma, y la verdad es que da muy buenos resultados a la hora de cumplir objetivos”.

Bueno, y para terminar esta columna, un tercer problema de Flash, tiene que ver con la Accesibilidad. Al respecto, vale la pena leer un “paper” sobre el tema escrito por el Dr. Alan Foley de la North Carolina State University junto a Bob Regan, de Macromedia. Ambos plantean allí una metodología para hacer diseño accesible con estas tecnologías, destacando que con Flash ya es posible incluso evitar el uso del mouse, manejándolo sólo con teclado. Y que también se pueden poner descripciones del tipo ALT para ese tipo de objetos, lo que permitirá que usuarios discapacitados, especialmente visuales, puedan saber de qué se trata este contenido.

¿Qué falta ahora entonces? Que los actores creativos de la industria del web nacional vuelvan a clases, aprendan los nuevos elementos de la tecnología y se lancen nuevamente a conquistar el mercado con elementos creativos y entretenidos… donde quien presione “skip intro” realmente se pierda algo interesante. Esa es la prueba que viene.

¿Quieres saber más?