Un año de historias

Durante el año repetí varias veces en clases que el mayor atributo que deben tener las personas que trabajan en comunicaciones, es su habilidad para usar las palabras. Que es una tarea que se empieza temprano en la vida, gracias a la lectura, y se perfecciona hasta dónde quieras o lo necesites. Es decir, se hace siempre.

Con motivo de lo que pasó en diciembre, hubo varios episodios que nos dejaron ejemplos notables de esa capacidad, expresada por varias personas.

Leila Gerriero, a quien conocí como alumno, escribió para El País de España unas columnas en torno al Mundial y su familia que son notables. Una frase para sentir a su padre: «Un hombre capaz de apartar tinieblas y decir (decirnos), desde la cuna y hasta el último grito, «No temas. Yo me ocupo». Un padre. Reacia a las cábalas como soy, atea, descreída, sin fe, sin ilusión y sin supersticiones, yo creo en él«.

Imagen de la columna publicada por Leila Guerriero acerca de su padre

También en torno al Mundial, Hernán Casciari (más conocido por su trabajo en la Editorial Orsai) publicó una columna nueva sobre Messi y su triunfo mundial. De allí viene esta frase:

«Por eso la Humanidad entera deseaba el triunfo Lionel con tanta fuerza. Nunca nadie había visto, en la cima del mundo, a un hombre sencillo«.

Hernán Casciari

Tan hondo caló, que incluso el propio jugador llamó a un programa de radio para agradecer el texto a su autor.

Digo columna nueva porque hace años leí otra de él: Messi es un perro (escrita en 2012). Allí cuenta de un video en el que reúnen muchos fragmentos similares, en que sus oponentes le hacen de todo al jugador para detenerlo, pero él no cae, sino que sigue. En lugar de aprovechar la oportunidad para que el árbitro castigue al que lo ataca, sigue adelante. Y por eso escribe:

«Descubrí esta tarde, mirando ese video, que Messi es un perro. O un hombre perro. Esa es mi teoría, lamento que hayan llegado hasta acá con mejores expectativas. Messi es el primer perro que juega al fútbol».

La habilidad de narrar nos distingue

El año que viene la capacidad de narrar, como la que vimos en estos mínimos ejemplos, estará en cuestión por la fuerte emergencia de los nuevos modelos de inteligencia artificial. Se dice que GPT-4 sobrepasará a ChatGPT y será una revolución en ese sentido que, asumo, llevará a que cuestionemos si la habilidad de contar historias será algo que nos va a distinguir como humanos o se la dejaremos a las máquinas.

Usemos a otro narrador, Yuval Harari para dilucidarlo. A través de sus libros (Sapiens y Homo Deus) me convenció de esto: «Nosotros, los Homo sapiens, podemos cooperar, no solo con miles de extraños, sino, hoy en día, con miles de millones de extraños (…) Si tratas de entender de dónde viene esta capacidad de cooperar en grandes cantidades, llegas a la narración de historias, porque esa es la base de toda cooperación humana a gran escala«.

Las historias son lo nuestro y así seguirán. Y como es la última semana del año, te deseo que en el próximo haya muchas que te cautiven. ¡Que sea un feliz año!