Hablemos de alegría

La primera la podemos usar para los resultados de la encuesta del dueño de Twitter. Para usar otra expresión, esta vez española y muy antigua, fue por lana y volvió trasquilado.

La encuesta en Twitter sobre si Elon Musk debe seguir como CEO de la empresa.

Si existiera la segunda, la usaría hoy para hablar de los argentinos en general. Ayer y según el relato periodístico, varios millones salieron a las calles de Buenos Aires para esperar a su Selección de fútbol, que al mando de Lionel Messi, se tituló campeona del mundo en el Mundial de Qatar. Como dijo su entrenador, si Messi debía algo, ya quedó todo saldado. Tuve el privilegio de ver jugar (por TV) a Pelé en el Mundial del 70, a Maradona y ahora a Messi. Siento que todo lo que me dé el fútbol hacia adelante, será de yapa (palabra que en Chile y Perú significan algo añadido y por encima de lo que esperaba).

Lo que provoca TikTok

Siguiendo con esta misma idea, la mayor alegría es la inesperada y si me permiten seguir un hilo de ideas encadenadas, cuando llevamos ese concepto a los contenidos digitales (uno de los temas que me interesan), no hay nada mejor que descubrir gente interesante hablando de sus temas. Durante muchos años, desde el 2007 para ser preciso, he practicado eso a través de Twitter. Conocer ideas, tendencias, personas es el fuerte de la plataforma gracias a la tarea de curatoría que cada persona puede realizar. Es decir, elegir cuidadosamente entre muchas, aquellas voces que tienen algo para contar y que vale la pena escuchar. O, desde la perspectiva de este boletín, las huellas que es necesario seguir.

Sin embargo, leyendo un artículo de The New York Times que apareció ayer en la edición online y que saldrá recién el domingo en la impresa (así de «primero digital» actúan en ese diario), hay varias ideas acerca de TikTok, la red social de videos que está cambiando el panorama que parecía estar dominado sin contrapeso por las redes de Meta (Facebook e Instagram).

La portada del artículo sobre TikTok de The New York Times.

El foco de este reportaje es la historia de Zhang Yiming, fundador de ByteDance hace 10 años, la empresa china creadora de TikTok. Aunque mucho de lo que cuenta es acerca de temas políticos internos de Estados Unidos, me interesó el amplio reporteo acerca de cómo llegó a las soluciones que vertió en las plataformas que creó.

Desde su perspectiva, el usuario no quiere buscar datos y nuevos contenidos, quiere algo casi «mágico» (palabras mías) que le muestre lo que necesita ver en ese momento. ¿Cómo hacerlo? Vía inteligencia artificial preparada para recibir muchas consultas y entrenarse a partir de las elecciones de las personas. Más visitas, más datos, mejores sugerencias. Lo hizo primero con noticias a través de la app Jinri Toutiao y, con lo aprendido, puso el mismo esfuerzo detrás de TikTok.

Viendo lo que allí se cuenta, de nuevo aparece la inteligencia artificial como un factor de ventaja en el área de los contenidos digitales. Cada vez con más fuerza y como el elemento de cambio.

Para cerrar y a partir de los números que muestra TikTok, tengo la certeza de que la actitud predominante a futuro será confiar casi sin dudas en lo que una app pueda hacer por uno. Es decir, crecientemente dejaremos en manos de una plataforma el acceso a la alegría que esperamos recibir.

Hablar de alegría viene bien en esta semana que cierra en Navidad. Por eso me parece adecuado hacerlo compartiendo mi certeza de que no será una app la que nos reconforte cuando lo necesitemos. Como usuarios de las plataformas debemos tener claro que ese mecanismo, antiguo por cierto, de conversar y conectar frente a frente con las personas será más duradero y más interesante que lo que una pantalla pueda dar.

Pese a ello, aprovecho que conectamos a través de una pantalla para desearte una Feliz Navidad.